Cerca de 13 millones de colombianos aún siguen en condición de pobreza

Pese a los esfuerzos del Gobierno por disminuir el número de pobres en el país, la cobertura sigue inferior a las tasas de crecimiento.

El Departamento de Prosperidad Social reconoce que, si bien la pobreza en Colombia cayó en 9,4 %, todavía falta terreno para acortar la brecha.

Los colombianos que viven en las áreas urbanas, según explica la entidad, son quienes registran niveles más altos de pobreza por ingresos (4,3 millones de habitantes) frente a los colombianos de zonas rurales (8,7 millones de habitantes).

Quienes ya superaron el índice pobreza, es decir, cuyas carencias de necesidades básicas como salud, educación y nivel de vida fueron cubiertas por el Estado, llegaron a los 4,6 millones de personas, destacó Prosperidad Social.

En esto han contribuido las alianzas público privadas que depositaron cerca de $119.000 millones de pesos para impulsar los programas estatales encaminados a reducir el margen de personas que viven bajo el nivel de pobreza.

La cooperación internacional ascendió a 18.400 millones de pesos y el Estado colombiano aportó otros 20.000 millones.

Por departamentos

Los departamentos con los indicadores más bajos siguen siendo Chocó (62,8%), La Guajira (53,3%), Cauca (51,6%), Córdoba (46,6%), Magdalena (44,8%) y Sucre (44,7%), indicó la entidad.

Mientras que los departamentos que mejoraron son: Sucre, Atlántico, Córdoba, Nariño, Magdalena y Cauca, aunque siguen siendo considerados entre el grupo de departamentos pobres del país, según Prosperidad Social.

Oportunidades humanitarias

No obstante, si bien en Colombia no es posible hablar ciertamente de “pobreza extrema” y “pobreza severa”, ya que en ambas categorías el nivel de ingresos de una de cada 5 personas debe ser inferior a los 2 dólares mensuales, el índice de Oportunidades Humanas (IOH) del Banco Mundial, sigue estando por debajo de la cobertura.

De acuerdo con la entidad multilateral, Colombia debe trabajar más en el suministro de servicios públicos esenciales (incluido el Internet) y educación (sigue cercano al 60 %), reseña El Espectador.