Murió niño de nueve años que había sido impactado con un disparo en Bosa

Durante los últimos cuatro días, David Santiago Boyacá, un niño de nueve años, estuvo recluido en la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Kennedy, hasta donde llegó luego de que su papá lo encontrara con un disparo en la cabeza. De acuerdo con el reporte médico, la mañana de este domingo 3 de julio, el niño, que tenía muerte cerebral, falleció por una complicación.

Para las autoridades, este hecho podría estar relacionado con un intento de atraco, pues la víctima estaba sola en un local comercial que queda al interior de un conjunto residencial de la localidad de Bosa. Según el padre del niño, David se había quedado solo por unos 15 minutos mientras él se trasladó hasta otra tienda a cambiar unos productos.

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Si bien la investigación está en curso, y la hipótesis que más ha tomado fuerza es la del intento de atraco, porque, además, un dinero de la tienda no apareció, los peritos judiciales también están intentando establecer la responsabilidad del padre de familia y de la madrastra del menor, ya que ellos habrían sido las últimas personas en verlo con vida y estar con él.

El papá del menor afectado, cuando ocurrió el incidente, aseguró que en la mañana del pasado miércoles él tuvo que salir de la cigarrería que funciona en su vivienda debido a que tenía que ir a otro negocio. Aparentemente, el hombre, saliendo del local comercial, se encontró con su pareja sentimental, quien no es la mamá del niño, con quien tuvo una discusión por temas laborales. Minutos más tarde, el padre de familia retornó al lugar en donde estaba su hijo y donde se suponía que estaría la madrastra de este, pero al llegar, dice, lo encontró tendido en el suelo rodeado de sangre y sin la mujer cerca.

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En principio, el sujeto aseguró que pensó que se trataba de un golpe, a pesar de ver la sangre en la escena. Asimismo, el papá de David indicó que resultó extraño que hubiera sido producto de un disparo, pues en su casa él no guardaba armas a pesar de haber estado en el ejército hace por lo menos dos décadas.

De acuerdo con lo que las autoridades le han indicado al padre del niño fallecido, los responsables habrían hecho arrodillar al niño para posteriormente dispararle, pues la forma en la que fue encontrado el cuerpo y el trayecto del proyectil, que entró y salió de la cabeza, demostrarían que hubo plena intención de acabar con su vida.