‘Monstruo de Cajamarca’, condenado a 24 años de prisión por abuso y asesinato de menores

La Sala Penal del Tribunal con ponencia del magistrado Juan Carlos Cardona Ortiz confirmó la sentencia condenatoria contra Rigoberto Cordón Henao, conocido como ‘El Monstruo de Cajamarca’ y le impuso una pena de 288 meses de prisión, que equivale a 24 años tras las rejas.

La condena como culpable como autor responsable de los delitos de tortura agravada, acceso carnal violento y acto sexual con menor de 14 años agravado, la había proferido el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Ibagué el 16 de 2021 por un término de 30 años y 10 meses de prisión. Este fallo fue apelado por la defensa de Cordón Henao y fue modificado, pues le quitaron los agravantes de las conductas punibles. 

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Los abusos

Los hechos ocurrieron en noviembre de 2017 hasta julio de 2018 en zona rural de Cajamarca y fueron denunciados por una vecina del sector que conocía a la víctima.

El sujeto de manera sistemática empezó a abusar de su propia hija, además golpeaba a su compañera sentimental que tiene un tipo de discapacidad y quien también fue víctima de malos tratos por parte del detenido.

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Otro proceso por abuso

En junio del 2013 fue capturado e imputado por la Fiscalía por los delitos de actos sexual abusivo con menor de 14 años y acceso carnal violento.

Presuntamente el sujeto en marzo de ese año llegó junto con su esposa e hijas a cuidar una finca en zona rural de Cajamarca de un conocido que estaba detenido. En la casa vivían la esposa de su conocido, con sus tres hijas de 7, 6 y 3 años de edad.

Tiene otra condena

El 23 de marzo de 2021 el Juzgado Séptimo Penal del Circuito Mixto con Función Conocimiento condenó a Rigoberto Cordón Henao a 16 años y ocho meses de prisión por los delitos de acceso carnal violento agravado en concurso homogéneo sucesivo, y en concurso heterogéneo con actos sexuales violentos agravados en concurso homogéneo sucesivo, todos con menor de 14 años. 

El sujeto fue juzgado mediante Ley 600 debido a que los hechos ocurrieron entre los años 2002 a 2004 en Cajamarca y Bogotá. La investigación que terminó en esta condena inició con fundamento en las entrevistas rendidas en 2018 por las víctimas quienes dieron a conocer los actos y vejámenes a los que fueron sometidos por su propio padre, sus hijas de 10 y 9 años de edad, al igual que su hijo de 7 años.