Como si ellos fueran los criminales, médicos se disfrazan para trabajar y evitar amenazas

Las intimidaciones contra los profesionales de la salud en la clínica Adela de Char, en Soledad, llevaron a que tuvieran que ocultar sus caras por seguridad.

Este miércoles se pudo reactivar el servicio de urgencias en ese centro asistencial luego de que varios médicos compañeros de José Julián Buelvas —médico que recibió coronas fúnebres en su casa y lugar de trabajo— volvieron al reconsiderar su renuncia en muestra de solidaridad con el intensivista.

Aún así, el virus del miedo ante las amenazas ronda por la clínica y varios de los doctores han tomado medidas extremas para proteger sus identidades, informó Noticias Caracol.

Es tal la situación, que uno de los médicos se cubrió de pies a cabeza. Como uno de los personajes de la serie ‘La casa de papel’, llegó con un overol rojo y la careta que identifica a los personajes de ese programa.

Como si él fuera el criminal, y no los que enviaron las cobardes amenazas, este médico le dijo al informativo que ese es el vestuario que usa para proteger su identidad y la de su familia.

“Estamos expuestos en esta situación y no queremos que sepan nuestra identidad porque sabemos que en cualquier momento pueden arremeter contra nosotros”.

Agregó que él está trabajando en un área en donde hay pacientes críticos que en cualquier momento pueden fallecer y, quizás, alguno de los familiares puede tomar represalias.

Haciendo alusión a la serie que usó para proteger su identidad, el profesional de la salud habló con el medio de las condiciones en que está trabajando: “Es el robo más grande de la historia para nosotros los médicos […] Estamos poniendo en riesgo nuestra vida con el mismo salario y nos toca sacar de nuestro bolsillo para comprar elementos de protección personal“.

Si bien este médico llama la atención por su atuendo, no es el único que se ha tenido que ocultar. Leonela Barraza, gerente de la clínica Adela de Char, le contó al noticiero que sus funcionarios llegan con gorras, con gafas y con caretas para cumplir con su trabajo y librarse se seguimientos y amenazas.