Hay más detrás de muerte de Alejandro Pizano, así lo cree juez que ordenó reabrir caso

El funcionario judicial de Funza acogió la petición que hizo la Procuraduría en 2019 para que la Fiscalía vuelva a investigar el extraño deceso del joven.

Se trata de una decisión de segunda instancia con la que se busca esclarecer las circunstancias en las que el hijo de Jorge Enrique Pizano, controller de la Ruta del Sol II, perdió la vida dos días después de su padre, en noviembre de 2018, indicó El Espectador.

Por eso, la Fiscalía deberá sacar el archivo del caso y adelantar una investigación que ayude a entender por qué el joven bebió de una botella de agua saborizada que encontró sobre el escritorio de su padre y que contenía cianuro; sustancia química que fue adquirida días antes por el controller.

En su momento, el ente investigador calificó la muerte como accidental, pues su muerte ocurrió cuando Alejandro Pizano acudía al funeral de su padre, que murió horas antes por un infarto al miocardio, según el dictamen de Medicina Legal.

Por eso, en septiembre de 2019, la Procuraduría emitió un juicio en el que consideró que “la orden de archivo emitida por la Fiscalía fue a todas luces apresurada y carece del fundamento necesario y exigido por la ley y la jurisprudencia, al estar fundamentada en supuestos sin comprobación”, reseñó Semana en ese momento.

El Ministerio Público señaló que la muerte de Alejandro Pizano no se investigó correctamente ni se analizaron todas las pruebas porque la accidentalidad se asumió en medio de un caso enfocado en el fallecimiento de su padre.

En su momento, la muerte de Jorge Enrique Pizano generó todo tipo de especulaciones, pues se había convertido en un testigo clave para destapar la corrupción de Odebrecht, que involucraba a Corficolombiana, pues su trabajo era justamente auditar el buen uso de los recursos en la concesión de la Ruta del Sol II.

Además, porque después de esa muerte Noticias Uno reveló un audio de 2015 en el que Pizano le contó a Néstor Humberto Martínez hechos de corrupción. La conversación se grabó cuando Martínez ejercía como abogado y se destapó cuando fue fiscal general.

Por eso, las circuntancias que rodearon el deceso del auditor hicieron pensar que se trató de un homicidio con cianuro, lo que la justicia desestimó después del informe forense, pues no se encontraron rastros de esa sustancia en su cuerpo; no obstante, ese dictamen fue cuestionado.