El Tren de Aragua: la organización criminal detrás de los homicidios en Kennedy

Luego de cometer un crimen, ‘Alfredito’ y ‘El Capi’, se reunieron con otros integrantes de la red conocida como “El Tren de Aragua”. Estaban en la localidad de Kennedy, en donde, al parecer, ya habrían ejecutado otros homicidios similares, al margen de los delitos de extorsión y comercialización de estupefacientes. Hasta el momento no se ha logrado identificar con claridad cuántas personas componen esa estructura en la capital, pero lo que sí es cierto es que tiene el poder suficiente para ganarle terreno, incluso, a las mismas organizaciones locales.

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“El Tren de Aragua” es una organización que se originó en el estado de Aragua, ubicado en el corazón de Venezuela, y la cual ha tenido incidencia en el país, desde hace por lo menos cinco años, tiempo en el que se han venido desplazando algunos de sus integrantes. A la capital, de acuerdo con las autoridades, habrían llegado casi al mismo tiempo, pero solo desde el año pasado se estarían conformando esas pequeñas células que pretenden dominar el territorio.

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La investigación adelantada por las autoridades permitió identificar, y respaldando la teoría del alto impacto que tiene la red, que el homicidio cometido por ‘Alfredito’ y ‘El Capi’, sería uno de los recientes crímenes que prendieron las alarmas en la ciudad, se trata de los cerca de 20 cuerpos que aparecieron embolsados y con signos de tortura en diferentes localidades. Pese a que solo se les vincula con uno de estos hechos, no se descarta que su accionar delictivo también haya tenido que ver en los otros homicidios.

“Los dos ciudadanos venezolanos son señalados de torturar y asesinar a un joven el pasado 18 de abril, en la localidad de Kennedy. El cuerpo de la víctima fue encontrado en una lona blanca y abandonado en vía pública del barrio Las Palmeras”, indicó la Fiscalía.

Debido al material probatorio que logró recolectar el ente investigador en una labor conjunta con la Policía Metropolitana, se pudo enviar a prisión a estas dos personas, quienes deberán responder por los delitos de homicidio agravado y tortura, los cuales no fueron aceptados por los señalados. La Policía confirmó que la investigación no concluye y que esta judicialización será vital para seguir los pagos de la estructura.

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De acuerdo con el comandante de la Policía de Bogotá, el general Eliécer Camacho, en una entrevista que ofreció a El Espectador, esta estructura criminal ya había sido identificada y se le estaba haciendo un seguimiento detallado para determinar cuál es la labor delictiva a la que estaría vinculada.

“Sí hay un cambio (en la transformación de la delincuencia), principalmente enmarcado en el tema de la pandemia. Desde 2020 hubo una atomización del fenómeno y las redes llegaron a diferentes lugares, donde no se encontraban, y eso trae consigo el tráfico de drogas, hurtos y enfrentamientos entre organizaciones delictivas. Y sí, la migración genera afectación en la seguridad. Si bien gran cantidad viene a laborar y pueden ser parte de la economía de la ciudad, hay un gran porcentaje que está delinquiendo. El año pasado capturamos a 4.500, pero solo el 10 % quedó en prisión. El no tener registro migratorio es una dificultad”, dijo el general a principio del mes pasado.

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Además, sobre lo que ocurre en Kenendy, y los otros cuerpos hallados en la capital, señaló que “no podríamos pensar que se trata de una misma organización, pero hay gran posibilidad de que correspondan a situaciones específicas. Por ejemplo, en octubre pasado se desarticuló en Kennedy la banda Los Camilos. Sin esa organización, ha habido intención de otros grupos de llegar a dominar. Allí hay una alta presencia de extranjeros y de una estructura denominada “El Tren”, la cual tiene un componente de colombianos y de migrantes. Ellos posiblemente quieren esas rentas criminales”.

Con ‘Alfredito’ y ‘El Capi’ en prisión, se cree que se debilitó la estructura de esta organización, pues una de estas dos personas tenía un extenso prontuario criminal no solo en su país de origen, sino también en Bogotá, a donde llegó a delinquir, por lo que se cree que liderara el brazo armado de “El Tren de Aragua”.