"No sé si estoy preparada", confiesa Íngrid Betancourt, antes de reencontrarse con las Farc

En la víspera del evento, Íngrid Betancourt reconoció este lunes que aún no sabe si está preparada para ver cara a cara a los exguerrilleros de las Farc por primera vez desde que fue rescatada por el Ejército, en 2008.

“No sé si estoy preparada, lo veremos el miércoles, es la primera vez que voy a verlos cara a cara después de que me liberaron los militares en la ‘Operación Jaque'”, expresó Betancourt, de regreso al país, a periodistas.

“Todavía estoy debatiendo los sentimientos al interior mío, pero quiero hacer una aproximación muy tranquila, sé lo que estoy esperando de ellos”, añadió.

En ese mismo sentido, afirmó que le gustaría que los excombatientes demostraran “un tránsito de una posición” que “ha sido dogmática, ideológica, de justificación”, a una postura de “reflexionar sobre eso que sucedió, de cómo fueron capaces de hacer lo que hicieron”.

Según la Comisión de la Verdad, el encuentro busca promover “el reconocimiento de responsabilidades y la dignificación de las víctimas de este flagelo”, por lo que se espera que los ex jefes guerrilleros reconozcan las decisiones que tomaron frente a esta práctica.

“Vamos a tener un momento entre Rodrigo Londoño, Ingrid Betancourt y yo en una conversación muy de fondo sobre la realidad humana, cómo nos deshumanizamos hasta las profundidades más hondas y cómo nos vamos a rescatar hasta donde nos sea posible como seres humanos”, aseguró el presidente de la Comisión en una rueda de prensa.

¿Cómo fue el secuestro y el rescate de Íngrid Betancourt?

Betancourt fue secuestrada el 23 de febrero de 2002 en el municipio de San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá, junto a su compañera política Clara Rojas, durante un viaje como parte de su campaña presidencial.

El 2 de julio de 2008 se produjo la Operación Jaque, en la que, sin disparar un solo tiro, el Ejército rescató a Betancourt y a los contratistas estadounidenses Thomas Howes, Marc Gonsalves y Keith Stansell, así como a 11 soldados y policías, algunos de los cuales llevaban más de 10 años secuestrados por las FARC.