El “inhumano” trato que les dieron las autoridades a escoltas asesinados (y a familias)

Lo denunció la hija de León Jairo Rendón, al que mataron en el departamento de Chocó, después de ser secuestrado, junto a su compañero Róbinson Romaña Cuesta.

Camila Rendón le dijo a Caracol Radio que desde que encontraron el cadáver de su papá, flotando en el río a la altura de la población de Riosucio (Chocó), no recibió ni una sola llamada de la Unidad de Protección Nacional (UNP), y denunció que no hubo un protocolo para el levantamiento de los cuerpos y la entrega de los mismos.

“Eso no fueron condiciones humanas, eso no es respetable. La Policía no se acercó, del CTI nadie fue. Los mismos compañeros y los del sindicato fueron los que lo rescataron en una lancha. A mi papá lo entregaron como si no fuera persona, como que a nadie le importara, como si no tuvieran familia”, aseguró la mujer.

Y es que según la entrevistada de la frecuencia radial, los “compuestos” de Rendón fueron entregados en bolsas, y solo los colegas de los escoltas asesinados han estado con la familia.

“No hubo nadie. Simplemente los mismos compañeros que son a los que les duele porque es lo que ellos pueden acarrear en este trabajo” y agregó que el Estado ni siquiera se ha pronunciado al respecto.

Posteriormente, la emisora se comunicó con Yesid Barragán, parte del sindicato de los escoltas, que agregó que ellos “están en total abandono por parte del Gobierno”.

Barragán contó, en el medio, que los compañeros de los asesinados en Chocó asumieron “todo el tema de traslados”.

“La Sijín los entregó en Riosucio, pero ni el Ejército, ni la Policía… nadie pudo prestar una piraña o un helicóptero para transportarlos digamos que dignamente. Los compañeros tuvieron que contratar lanchas hasta el municipio de Turbo y cuando llegaron solicitaron que llegara criminalística para que los trasladaran en los vehículos adecuados, tampoco llegó. Ahí contrataron un vehículo funeral. Los cuerpos, ya en descomposición, se reventaron”, manifestó.

El escolta señaló que la respuestas de las autoridades al llamado de los compañeros era que “ellos no estaban autorizados” para atender la situación.

“A veces piensan que hasta son sus sirvientes [los escoltas]. De verdad que a uno le duele que el Gobierno tenga esa actitud”, concluyó.