Policía que golpeó a su bebé de 5 meses habría hecho confesión: creyó que la mató

Una pequeña niña de tan solo cinco meses se debate entre la vida y la muerte en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Materno Infantil de Bucaramanga luego de haber sido brutalmente golpeada, al parecer, por su propio papá, el subintendente de la Policía Wilkin Roney Durán García en Ocaña, Norte de Santander.

El uniformado fue detenido al interior del hospital Emiro Quintero Cañizares por agentes de la Policía Nacional luego de que, presuntamente, confesó el hecho y dijo que había matado a su hija.

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La menor de edad, según las autoridades, sufrió un trauma craneoencefálico y varias fracturas que supuestamente fueron causadas por su papá.

Sobre las 10:30 de la noche del 12 de marzo, el policía Wilkin Roney Durán se encontraba al interior de su casa del barrio Promesa de Dios, Ocaña, junto a su pequeña hija de cinco meses cuando ocurrió la tragedia.

De acuerdo con el diario La Opinión, la mamá del uniformado fue la persona que vio la desgarradora escena de la niña ensangrentada. La mujer estaba en el baño de la casa cuando escuchó un fuerte golpe proveniente de la habitación de su hijo.

La mamá del policía se dirigió hasta la habitación para revisar qué había pasado y se encontró con su nieta de cinco meses tendida en el suelo y llena de sangre, mientras que Wilkin Durán estaba parado al lado de la menor, al parecer, inexpresivo y si reaccionar después de lo sucedido.

Las investigaciones de las autoridades revelaron que la menor fue lanzada desde una altura considerable, presuntamente por su padre, quien la tenía en sus brazos.

Después de la fuerte escena con la que se encontró, la abuela de la pequeña la levantó y de inmediato la llevó al hospital Emiro Quintero Cañizares, donde establecieron que sufrió de un trauma craneoencefálico y varias fracturas.

El personal médico del hospital Emiro Quintero Cañizares alertó a la Policía Nacional sobre este terrible caso y sobre las 11:50 de la noche los uniformados se dirigieron hasta la vivienda de Durán. Allí, notaron que este hombre pertenecía a la institución.

Sobre las 12:30 de la madrugada, el uniformado que habría cometido este hecho se entregó y, supuestamente, manifestó “maté a mi hija”. Según las autoridades, el señalado agresor estaba pasando por un estado de crisis, por lo que fue remitido a un centro asistencial.

Además, se conoció que el presunto atacante habría estado bajo los efectos del alcohol cuando ocurrió este terrible hecho. El policía se encontraba disfrutando de sus vacaciones y, aparentemente, llevaba tres días bebiendo licor.

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Una fuente le dijo al diario La Opinión cómo estaba el policía detenido. “Es una mezcla entre el trago, al parecer drogas y el estado de shock: así se encontraba el capturado. “No hay una causa específica que explique lo sucedido o una conducta previa que lo sugiriera. Se sabe que sostenía una relación en unión libre con la madre de la menor, quien en ese momento se encontraba en Bucaramanga estudiando medicina. Por esa razón, la niña estaba bajo el cuidado del padre””, manifestó la fuente.

Finalmente, se conoció que el uniformado fue retirado de la Policía Nacional cuando la orden de captura se hizo efectiva.