Habló mujer que sobrevivió a ataque de mordiscos de su ex y la señal de peligro que no notó

El 19 de enero, en una vivienda de la localidad de Kennedy, en Bogotá, Paola Andrea Ospina vivió una de las noches más aterradoras. Su pareja, Andrés Felipe Polanía, conocido como alias “El Caníbal”, la atacó brutalmente en un episodio de celos y violencia desmedida.

A pesar de haber compartido solo cuatro meses de relación, el agresor ya mostraba señales de control extremo y que, al inicio, no notó como futuras advertencias de peligro: cámaras instaladas bajo excusas, exigencia de videollamadas y celos enfermizos.

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Aquella noche, la golpeó repetidamente y le propinó siete mordiscos, incluyendo uno que le arrancó parte del labio y la nariz. La agresión no fue un hecho aislado.

Según la Sijin, Polanía tenía antecedentes por violencia intrafamiliar desde 2017 y múltiples denuncias de otras mujeres. Sin embargo, nunca había sido capturado.

Su personalidad misógina y necesidad de control, como lo explica el psicólogo forense Roberto Sicard, lo llevaron a relacionarse mediante el miedo y la fuerza.

Paola logró escapar luego de cuatro horas de horror. Aun ensangrentada, caminó hacia la libertad y la posibilidad de justicia. Fue ella quien, con valentía, ayudó a capturarlo semanas después en el Outlet de las Américas, fingiendo querer reconciliarse.

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Hoy, su rostro lleva las cicatrices de aquella madrugada, pero también la fuerza de una mujer que se negó a ser una víctima más. Andrés Felipe tendrá que responder ante la justicia por tentativa de feminicidio y violencia agravada.