Historia del perro Dino que originó programa de mascotas terapeutas en hospital de Bogotá

La historia de ‘Dino’ y su cuidadora Myriam Bedoya, de 68 años, se ha vuelto viral en los últimos días y es una plena muestra de la bondad de los animales de compañía. Luego de conocer la historia completa se podría especular que el perro dio su vida por la mujer. Esa anécdota se une a la del perro que salvó a su dueño de un disparo y sobrevivió.

Maria Paula Aristizábal, hija de Bedoya, contó a Revista Semana la curiosa y agridulce historia que ocurrió en su familia, cuando después de un paseo por Viotá, Cundinamarca, su mamá terminó en coma por un accidente cerebrovascular.

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Al llegar de Viotá, Myriam, que además es hipertensa, sufrió de un dolor en la parte de atrás de la cabeza. Luego de este perdió el conocimiento, se le paralizó parte del cuerpo y tuvo un derrame cerebral.

“Llamamos a Emermédica y se demoró. Cuando llegamos en ambulancia a la Clínica del Occidente, le dio un infarto en el tallo cerebral”, contó la hija de la afectada, quien prosiguió contando que lo de su mamá fue tan grave que tuvieron que proceder a inducirla al coma, intubarla y trasladarla al Hospital Universitario Nacional.

Dino, su perrito, estaba a la espera de su mejoría pero su estado era delicado por lo que tuvieron que decidirse por ponerla en techo terapéutico: dejar que muera naturalmente. Lo impactante de la historia llega cuando la mascota de color negro, ojos cafés y hocico blanco, la visitó para despedirse.

Los médicos autorizaron que se subiera a la cama, Dino lamió la mano de su fiel compañera y la reacción de ella fue un milagro. “Mi mamá intentó agarrar la manito de Dino. Reaccionó“, dijo María Paula.

Al otro día, la mujer se despertó luego de 15 días, se recuperó, recibió dos cirugías y volvió a casa. Sin embargo, luego de 52 días de su regreso, empeoró el estado de salud de Dino y murió.

Programa de perros terapeutas en Hospital Universitario Nacional

Luego del milagro de Dino, el médico director de la UCI del hospital, Jairo Pérez, contó a ese medio que nació el programa Huellas que Sanan, que ha permitido el ingreso de al menos 30 mascotas durante este año para aliviar a los pacientes.

“Yo he contado esto a muchas personas, incluso colegas, y no me lo creen. Son sanadores, dan equilibrio y salud mental. La señora respondió a un estímulo emocional muy fuerte, las mascotas deberían estar en todos los hospitales”, dijo al respecto.

Por su parte, Natalia Corredor, jefe de experiencia del usuario, también habló sobre el programa y se refirió al perro. “Dino partió la historia de este hospital en dos. Ya veníamos pensando esa idea porque mi papá es veterinario y nos asesora, pero este perro fue el punto de partida. Los perritos son milagrosos”, acotó.