Reapareció 'Jesús Santrich': desafiante, afeitado y engordado

Uno de los líderes de la nueva disidencia, a la que llamó 'Farc-EP Segunda Marquetalia', dio una entrevista desde la clandestinidad hace algunos días.

Seuxis Paucias Hernández Solarte, nombre de pila del guerrillero que volvió a la clandestinidad y retomó las armas junto a un puñado de disidentes de las Farc en agosto pasado, habló con Argia, una página escrita en idioma euskera.

Ese medio publicó las primeras fotos que se conocen de él desde que se le vio en el video del anuncio del rearme. En el fondo aparecen los pendones de algunos referentes ideológicos de la guerrilla y parece ser el mismo sitio donde se produjo el anuncio: un lugar con clima selvático.

Sonríe con desparpajo, lo que hace ver que ha ganado peso pues resalta sus cachetes. Ya no tiene su tradicional bigote, pero sí sus gafas negras. Luce prendas verde claro sin camuflado, un audífono y un rifle que parece no soltar por ningún motivo.

Sus declaraciones siguen teniendo el tono retador que lo ha distinguido. Insistió en hablar de la “traición” a lo acordado en La Habana, pero también confirmó que no se sentía cómodo con lo firmado.

A raíz de esto, asegura que su decisión no fue “huir”, sino de “resistir clandestinamente (…) sin ser objeto de hostigamiento judicial y amenazas diarias de muerte”.

“Aquí hay peligros, pero moriría luchando, y no desarmado en una guerra sucia”, afirmó ‘Santrich’

Se sale poco de su discurso ideológico, pero destaca que su nuevo grupo guerrillero será “más selectivo y más directo”. Eso sí, reafirma que “toda acción de defensa es legítima” y dice que su objetivo será “la oligarquía”.

“Hemos determinado que el propósito no es soldado, policía ni oficial”, dice. “No continuaremos matándonos unos a otros en la misma clase”, agrega, y sostiene que tendrán “respeto por los intereses públicos”.

Finalmente opina sobre las manifestaciones del paro nacional que se han venido sucediendo desde noviembre pasado, diciendo que en ellas “la gente en las calles ha pedido el cumplimiento del acuerdo de La Habana, la abolición de las masacres contra el movimiento popular, el cumplimiento de los acuerdos de sustitución y los compromisos asumidos con los indígenas y los estudiantes”.

Frente a ello también reconoce el papel de las redes sociales y dice que “con eso nos tenemos que sintonizar”.