Álvaro Uribe, con el corazón 'golpeado': el expresidente y sus dedicatorias

Ningún colombiano duda de que las redes sociales y, en especial Twitter, se convirtieron en la trinchera altoparlante a través de la cual el expresidente Álvaro Uribe Vélez fija sus posturas, da línea política y controvierte a sus opositores.

Desde hace varios años, esa red social ha sido la tribuna pública a través de la cual Uribe Vélez dice lo que piensa, impone la agenda mediática y mueve a sus millones de seguidores.

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Pocas veces la cuenta de Uribe ha sido silenciada o censurada, aunque en varias ocasiones ha tenido que retractarse, ya sea por voluntad o por orden de algún tribunal judicial.

Desde que se estrenó en la oposición, durante el gobierno de Juan Manuel Santos, Twitter ha sido la trinchera ideológica de Uribe y en la reciente campaña electoral presidencial guardó un estratégico silencio, porque cualquier guiño de él hacia un candidato en particular sería considerado como el “abrazo del oso”, en alusión al efecto dañino que causaría cualquier cercanía con el exmandatario.

De hecho, entre la primera y la segunda vuelta presidencial, varios analistas vieron con sospecha el silencio calculado de Uribe por mantenerse al margen de cualquier candidato presidencial, salvo Gustavo Petro, a quien no dudaba en cuestionar y atacar.

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Pero, en medio del fragor de esas elecciones y el triunfo de Petro, ha pasado inadvertido un hecho que no es nuevo, pero sí más frecuente en los últimos meses, ya sea por simple casualidad o cálculo político: los obituarios de Álvaro Uribe.

Resulta que solo entre junio, julio y lo que va de agosto, el expresidente ha publicado casi dos docenas de trinos dedicados a obituarios tras la muerte de personas cercanas a su círculo de confianza, líderes políticos regionales o miembros del partido Centro Democrático.

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Los recientes mensajes de condolencias del expresidente Uribe han recorrido casi toda le geografía colombiana: Pasto (Nariño), Bucaramanga y Vélez (Santander); Barranquilla (Atlántico), Chinú (Córdoba), Valledupar (Cesar), La Dorada (Caldas), Salgar y Santo Domingo (Antioquia); Cúcuta (Norte de Santander) y Sincelejo (Sucre).

En ese rosario de obituarios no podían faltar las condolencias públicas tras la muerte del reconocido cantante de música popular, Darío Gómez, a quien le dedicó varios de sus trinos y hasta una foto asistiendo a las honras fúnebres.

Más allá de cualquier suspicacia o cálculo político, nadie duda de que una de las cualidades del exmandatario ha sido, justamente, la de mantener contacto directo con sus seguidores, ser empático y usar un lenguaje popular que llega a las masas.

Lo paradójico en este caso es que en menos de tres meses Uribe haya tenido que escribir 18 obituarios.