Con el fin de la tregua, el este de Ucrania vuelve a estar bajo la amenaza constante de ataques

Dos días y dos noches después del final de la tregua de Pascua declarada unilateralmente por el presidente ruso Vladimir Putin, que sólo se respetó en el aire y en algunos lugares, es difícil creer que se haya producido una tregua en los combates en el este del país. En Kramatorsk, no lejos de la línea del frente, los habitantes intentan sin embargo seguir con su vida a pesar del peligro constante, mientras Rusia reanudaba sus ataques.

Con nuestra enviada especial en Kramatorsk, Emmanuelle Chaze

En Kramatorsk, donde los habitantes están acostumbrados a vivir al ritmo de las alertas aéreas y las explosiones, la tregua de Pascua anunciada por Vladimir Putin pasó casi desapercibida. Artem, un jubilado, no se lo creía, pero convive a diario con la realidad de la guerra: “No sé si puede durar. De momento, la vida sigue. Pero el frente no está lejos, sólo a unos 20 kilómetros”, cuenta a RFI.

La calma de la ciudad contrasta con la del frente tan cerca. Pero Kramatorsk no se libra de los ataques casi diarios.

“Estuvo tranquilo durante un día y medio. Pero esta mañana, hacia las tres, empezaron las explosiones”, dice Yanna, empleada de la alcaldía. “Mientras resistimos, yo sigo trabajando en la administración regional de la región de Donetsk, y de momento todo está bastante tranquilo”, agrega.

Tras la breve esperanza ofrecida por la tregua de Pascua decretada por Moscú, pero cumplida sólo parcialmente, en Kramatorsk, como en el resto de Ucrania, la amenaza de ataques aéreos sigue siendo constante. En la noche del lunes 21 de abril, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reiteró su propuesta de un alto el fuego parcial que al menos preservara las infraestructuras civiles y renovó su llamamiento a un alto el fuego incondicional.