Vaticano metió mano al papa Francisco y destruyó dos de sus objetos, antes del cónclave
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El ritual se llevó a cabo antes de la congregación general y se hace normalmente con cada papa que fallece, marcando el final del pontificado en Roma.
En la mañana del martes, previo al cónclave vaticano, tuvo lugar un acto cargado de simbolismo dentro de la Iglesia católica: la destrucción del anillo del Pescador y del sello de plomo que pertenecían al papa Francisco. Esta ceremonia, considerada tradicional, da cierre formal al periodo de un pontífice y prepara el camino para la elección del siguiente líder de la Iglesia.
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El acto se llevó a cabo en el Nuevo Aula del Sínodo, donde los cardenales se encontraban reunidos en lo que fue la duodécima congregación general antes de iniciar el cónclave. Según confirmaron medios como ACI Prensa, la costumbre dicta que este procedimiento se efectúe de inmediato tras el fallecimiento de un papa.
Sin embargo, en esta ocasión, la ceremonia se aplazó unos días sin mayor explicación oficial. Matteo Bruni, vocero de la Oficina de Prensa del Vaticano, restó importancia a la demora y afirmó que simplemente se dio preferencia a las deliberaciones internas del Colegio Cardenalicio antes de hacer el rito.
La destrucción de estos objetos papales busca proteger la integridad y confidencialidad de los documentos y decisiones del pontífice saliente, evitando cualquier posibilidad de falsificación o mal uso de sus antiguas insignias oficiales. La ceremonia, registrada por Vatican Media, mostró a una mujer laica utilizando una herramienta tipo cincel para inutilizar el anillo, ante la mirada atenta de altos dignatarios como Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, y Kevin Farrell, quien funge como camarlengo en esta transición.
Para qué sirve el anillo de Pescador que le entregan a cada papa en el Vaticano
El anillo del Pescador, encargado a cada papa desde el siglo XIII, es un símbolo que hace alusión directa a la figura de San Pedro, el primer pontífice y considerado, por la tradición católica, “pescador de hombres”. Habitualmente, este anillo se utilizaba para validar documentos oficiales papales. Junto con el sello de plomo, son elementos insignia del ejercicio de la autoridad del obispo de Roma. Según establece la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, ambos deben ser inutilizados al finalizar cada pontificado.
Francisco, como lo hicieron sus predecesores, recibió su propio anillo en la misa de inicio de su papado, el 19 de marzo de 2013, aunque fuera de las ocasiones solemnes prefería llevar su anillo episcopal. El significado de destruir estos objetos radica en proclamar el cierre de una etapa para la Iglesia y en garantizar que cualquier documento o decisión emitida bajo ese pontificado no pueda repetirse ni falsificarse.
(Vea también: Sorpresiva respuesta del papa Francisco cuando le preguntaron: “¿Usted tiene salario?”)
En la congregación general estuvieron presentes 130 de los 133 cardenales electores menores de 80 años. En medio de las reflexiones, varios de ellos abordaron temas como el legado social y de sinodalidad de Francisco, la encíclica Laudato Si’ y los retos contemporáneos de la Iglesia. Según declaraciones recogidas por Bruni, los cardenales resaltaron la necesidad de elegir un líder compasivo y capaz de mantener unidad en tiempos complejos.
Con la destrucción de los símbolos, la atención se centró en la Capilla Sixtina el miércoles, 7 de mayo, cuando inició el cónclave que busca escoger al sucesor de Francisco, en medio de una profunda expectativa y ambiente de recogimiento. Ahora se vendrán horas determinantes para decidir quién será el nuevo sumo pontífice y si habrá humo blanco en la capilla sixtina.
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