Los únicos países del mundo que tienen frontera con otras 14 naciones; son gigantes

Este gigante asiático, además de ser el país más poblado del planeta, comparte el récord de colindar con un total de 14 estados soberanos. Esta extensa red de fronteras terrestres subraya la compleja posición geopolítica de China y su intrincada interacción con esas naciones.

Estos son los países con los que comparte frontera:

1. Afganistán
2. Bután
3. India
4. Kazajistán
5. Kirguistán
6. Laos
7. Mongolia
8. Myanmar
9. Nepal
10. Corea del Norte
11. Pakistán
12. Rusia
13. Tayikistán
14. Vietnam

La posición geográfica de China le ha permitido tener influencia en el sudeste asiático, Asia central y el Lejano Oriente. Muchas de sus fronteras están marcadas por tensiones geopolíticas, como en el caso del Himalaya con India, o el estrecho vínculo con Corea del Norte.

Además de sus 14 fronteras con estados soberanos reconocidos internacionalmente, China, que construyó el puente más alto del mundo, también comparte límites terrestres con dos regiones administrativas especiales dentro de su propio territorio: Hong Kong y Macao.

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La vasta red de fronteras de China tiene profundas implicaciones geopolíticas. La gestión de estas fronteras requiere complejas negociaciones, acuerdos comerciales y estrategias de seguridad. Las relaciones con cada uno de sus vecinos varían, influenciadas por la historia, la economía y los intereses estratégicos mutuos.

País de Sudamérica que tiene más fronteras con otras naciones

Se trata de Brasil, la más grande de la región y el único que limita con nada menos que 10 de los 12 países sudamericanos, lo que la convierte en el país con más vecinos en el sur del continente.

Con una extensión de más de 8,5 millones de kilómetros cuadrados, Brasil comparte frontera con:

• Argentina
• Bolivia
• Colombia
• Guyana
• Paraguay
• Perú
• Surinam
• Venezuela
• Uruguay
• Guayana Francesa (territorio de ultramar de Francia).

De todos los países del continente, solo Chile y Ecuador no colindan con Brasil. Esta amplia conexión fronteriza convierte a Brasil en un actor central en la geopolítica sudamericana. Sus límites abarcan miles de kilómetros de selva amazónica, ríos y regiones montañosas, lo que plantea retos en términos de vigilancia, medio ambiente y cooperación internacional.