Historia de horror de 2 hermanos: su madre los secuestró por 7 años

El caso acaba de ser descubierto por las autoridades españolas en Catral, un pueblo de Alicante, y tiene estremecido al país.

La mujer, una suiza de 49 años, fue detenida brevemente y será investigada por presunto maltrato, anunció este sábado la Guardia Civil, aunque fue dejada en libertad.

Amenazó a su hija y su hijo, de 17 y 15 años en la actualidad, de matarlos si intentaban contactar con la policía, aseguró el cuerpo de seguridad en un comunicado basándose en las declaraciones de la hija.

Los niños no fueron escolarizados desde la llegada de la familia a España en marzo de 2009.

La hija mayor fue quien rompió el aislamiento, enviando en agosto un correo electrónico a una asociación española de protección de la infancia, Anar.

Cuando los policías se presentaron al domicilio familiar en la provincia de Alicante (sureste) hace unas semanas, la mujer aseguró que no vivían niños en la casa pero su hija consiguió hacerles señales desde el pasillo de la entrada.

Prueba de su mal desarrollo, los niños firmaron los documentos en la comisaría con la misma escritura infantil que habían utilizado siete años atrás en su documento de identidad suiza, precisó un portavoz de la guardia civil a la AFP.

La hermana afirmó también haber sido víctima regularmente de “auténticas palizas” con su madre “golpeándola con las manos, contra la pared o los muebles y lanzándole piezas de la vajilla o cualquier objeto que tuviera en la mano”, según la Guardia Civil.

La familia cambió de domicilio frecuentemente en estos siete años y los niños estaban tan incomunicados que no aprendieron español.

Además de amenazar con matarlos si llamaban a la policía, la madre les habría asegurado que los agentes “les iban a violar y a matar” de todos modos.

La adolescente fue enviada junto a su padre biológico en Suiza, donde vive también el primogénito, que es mayor de edad.

El juez, en cambio, decidió dejar al pequeño con la madre y su compañero de 30 años, también suizo, tras haberlos dejado en libertad bajo vigilancia judicial.

Según la guardia civil, que no quiso evaluar la decisión judicial, él no fue víctima de violencia física como su hermana.