Colombiana habría sido asesinada por expareja en EE. UU. y familia pide visa humanitaria

Liliana Concha, una paisa que vivía en la ciudad de Raleigh, Carolina del Norte de Estados Unidos, donde trabajaba como agente inmobiliaria, fue asesinada en entre la noche del lunes 8 y la madrugada del martes 9 de enero, al parecer por quien sería su expareja, un hombre llamado Gerardo Obando.

Obando también fue encontrado sin vida, según las autoridades, producto de una autolesión.

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Concha y Obando tenían dos hijos, pero estaban separados como pareja desde hace dos años. No obstante, habían seguido siendo socios de una compañía de bienes raíces en ese país.

Mauricio Concha, hermano de Liliana y quien también vive en Estados Unidos, donde fallecieron dos personas y piden ayuda para repatriarlos, ha aparecido en diferentes medios de comunicación pidiendo colaboración para que su madre pueda viajar hasta allí para despedir a su hija.

“Le pido a las autoridades, a la embajada de Estados Unidos, que nos ayude con una visa humanitaria para que mi mamá venir a enterrarla. No la pudo ver viva, pero por favor ayúdennos”, dijo conmovido en Caracol.

Mauricio le contó a El Tiempo que antes de presuntamente cometer el crimen, Obando le había enviado un mensaje a una amiga contándole que planeaba asesinar a su exesposa y luego quitarse la vida.

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Mauricio fue cercano a la pareja y le relató al diario capitalino algunos detalles de lo que percibía de la relación: “Yo lo conocí bastante. Entre otras cosas porque yo viví con Liliana muchos años y vi de cerca esa relación. Él como amigo era buena persona, pero como pareja era celoso, obsesivo, posesivo y una de las razones para terminar (la relación) fue esa. Si ella estaba con un cliente, los perseguía, se aparecía de repente donde tenía citas de trabajo. En algunas ocasiones parqueaba su carro cerca de la casa donde vivíamos y permanecía allí por horas”, narró.

Además, según Mauricio, Obando había sido diagnosticado recientemente con cáncer de próstata, además de que padecía de algunos problemas de salud mental.

“Estaba mal y a ella le dio pesar y por eso aceptó esa última invitación cuando la mató”, le contó Mauricio al corresponsal de El Tiempo en Washington.