Supuestos extraterrestres que presentó periodista no eran reales; cráneo era de un animal

Este martes 12 de septiembre, el también ufólogo (persona que investiga objetos voladores no identificados) y expertos en la materia mostraron al mundo dos cuerpos de seres no humanos en la cámara de Diputados de México y pidieron a los legisladores reconocer la vida extraterrestre en el país.

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De acuerdo con Jaime Maussan, los dos cuerpos mostrados tenían más de 1.000 años. Esto lo determinó gracias a una investigación llevada a cabo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Y es que la institución, mediante análisis de carbono 14, aseguró que los cuerpos se mantuvieron sepultados por un milenio dentro de una diatomea, un tipo de alga que no permite el crecimiento de bacterias ni de hongos, lo que permitió su preservación.

Maussan, por su parte, comentó que los seres presuntamente extraterrestres no se tratan de cuerpos recuperados en naves que cayeron sobre la Tierra, sino que estaban sepultados.

“No se trata de momias, se trata de cuerpos que están íntegros, completos, que no han sido manipulados en su interior y que tienen una serie de elementos que los hacen verdaderamente extraordinarios”, aseguró en el evento.

Cuál es la realidad de los supuestos extraterrestres

Horas después del mencionado evento, el Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) rechazó que a partir de sus estudios se pudiera aseverar que los dos cuerpos disecados pertenezcan a seres de otros mundos.

El centro académico aclaró que los trabajos de datación por carbono 14 “únicamente están destinados a determinar la antigüedad de la muestra que trae cada usuario y en ningún caso se hacen conclusiones sobre el origen de dichas muestras”.

A raíz de esto, el diario El Heraldo de México publicó que todo se trató de un engaño, ya que el cráneo presentado por Maussan en realidad sería el cráneo de una llama, el cual estaba ensamblado usando huesos de otros animales.

De acuerdo con el medio, un estudio científico utilizó imagenología CT (tomografía computarizada) para analizar la estructura de una de las momias encontradas en Perú y halló que la anatomía del cráneo coincidía con una parte del cráneo de una llama.

De hecho, mencionan que lo mismo ocurrió con otras estructuras óseas como los ojos, la nariz y las cavidades, por lo que se pudo establecer que el resto de los huesos habían sido ensamblados.