Francia y Alemania le juegan mala pasada a Cataluña y “desaconsejan” ir allí, por rebrotes

El Ministerio de Relaciones Exteriores alemán sugirió a ciudadanos evitar viajes turísticos a varias de las regiones españolas más populares entre los germanos.

La advertencia surge debido al creciente aumento de casos de covid-19 registrados en España.

Las regiones afectadas son Cataluña, incluyendo Barcelona, así como las playas de la Costa Brava y las regiones de Aragón y Navarra. Por su parte, las Islas Baleares y las Islas Canarias quedan exentas.

El Ministerio alemán justificó esta decisión que afecta a partes de España con el “alto número de casos de infectados y los confinamientos locales”.

Por el momento, el Ministerio germano se abstuvo de reactivar la advertencia oficial de viaje para las regiones más afectadas por las infecciones, lo que habría permitido a los turistas cancelar sus reservas sin costes adicionales.

El Ministerio de Relaciones Exteriores alemán levantó el 21 de junio la advertencia de viaje para España, que se vio particularmente afectada por la pandemia de coronavirus, después de que el Gobierno español pusiera fin al estado de alarma tras 14 semanas.

Las cifras de infección aumentaron dramáticamente de nuevo en algunas áreas de España en los últimos días.

No obstante, las tres regiones más afectadas no son consideradas por el gobierno alemán como zonas de riesgo por el momento. De ahora en adelante, los viajeros que regresen de estas zonas tendrán que someterse a una prueba de covid-19 en Alemania.

La semana pasada, Francia había emitido una advertencia similar; sin embargo, pese a las recomendaciones de su gobierno, familias francesas se dirigieron el sábado a Cataluña, región española presa de un rebrote de coronavirus, sin abandonar sus planes de descansar, asolearse en la playa y disfrutar de las vacaciones.

En el puesto fronterizo de Perthus no es la afluencia de los grandes días y el tráfico es muy fluido. “Para un sábado de vacaciones, es una calma sorprendente”, comentó un policía que controla los documentos de los viajeros.

En la zona de descanso “Village Catalan”, a pocos kilómetros de la frontera, los vehículos que regresan de España se cruzan con los que van.