Presidente de México bajó su sueldo: recibirá solo el 40 % de lo que ganaba su antecesor

El líder de izquierda Andrés Manuel López Obrador incluyó esa reforma en su ambicioso Plan de Austeridad Republicana de 50 puntos que busca acabar con la corrupción y los privilegios para favorecer programas sociales.

El mandatario, que asumirá su cargo el primero de diciembre, indicó que devengará 108.000 pesos mexicanos mensuales (unos 16 millones de pesos colombianos), el equivalente al 40 % de la nómina del actual mandatario, Enrique Peña Nieto.

En rueda de prensa tras reunirse con miembros del gabinete, el líder izquierdista indicó que Peña Nieto recibe 270.000 pesos mensuales (40’964.175 COP), de acuerdo con datos recabados por la que será su futura cartera de Hacienda. En medio de aplausos, dijo:

“Yo decido ganar menos de la mitad, cumpliendo con mi compromiso”.

Esta promesa forma parte del Plan de Austeridad Republicana, que consta de 50 puntos que dio a conocer este martes y busca acabar con los privilegios de los funcionarios y potenciar el ahorro de la administración pública para reconducir los recursos al gasto social.

Agregó incluso que quería bajar su sueldo “un poco más” pero que, de acuerdo con este programa, ningún funcionario va a poder ganar más que el presidente.

De esta manera, no quería afectar en excesos a futuros funcionarios que hoy ganan más “en universidades o empresas”. Puntualizó: “Si yo bajaba más mi sueldo, se iban a resentir más. Soy moderado, no soy radical”.

El plan de austeridad presentado oficialmente se filtró a los medios en días recientes y está conformado por 50 puntos, algunos de ellos ya conocidos, pues contempla reducir los sueldos más elevados y las prestaciones de la administración pública federal.

Dentro del programa destaca la reducción del 70 % del personal de confianza y en un 70 % el gasto de operación, según este documento.

También se buscará la eliminación de bonos, la no adquisición de vehículos nuevos o la limitación de viáticos.

Entre otros, se plantea reducir en 50 % el multimillonario gasto de publicidad del gobierno federal y prohibir reuniones privadas entre funcionarios y contratistas.

En los últimos días, López Obrador mantuvo reuniones con los futuros integrantes de su gabinete para perfilar el próximo gobierno y se tomó esta semana de descanso.