¡Superpoderosa! Exjugadora de Selección que perdió pierna, sueña con triunfar en paraciclismo

Se inició en la división infantil de un equipo en España y llegó a la división B, con tal éxito que fue posteriormente convocada a la Selección de las Islas Canarias y posteriormente a la Colombia Sub-17, que se preparaba para jugar el Mundial de Alemania en 2011.

Cuando todo eran expectativas a futuro con la pelota de fútbol, unas vacaciones a Ecuador para visitar a  unos familiares, le cambiaron la vida a Yady del cielo a la tierra: al salir a dar una vuelta en moto, ella y un primo que la conducía sufrieron un accidente que le causó la muerte a él, y a ella la pérdida de su pierna izquierda.

La madre de la promisoria futbolista recordó en el programa Cuatro Caminos de RCN, el instante en el que entró a ver a su hija y se encontró con la extremidad sobre una bandeja; mientras tanto, así recibió Yady la noticia:

El doctor me dijo que tenía una noticia mala y una buena: la buena es que estaba viva; la mala era que mi primo había muerto y que yo había perdido una pierna. La verdad no lo creí y siempre lo tomé muy tranquilamente, nunca me sentí mal por no tener una pierna”

Mayor pudo ser la depresión por haber perdido a su familiar en el accidente, pues ella pensaba que con ponerse una prótesis estaría de regreso en las canchas, como se lo dijo a La FM recién sufrió su percance; sin embargo, llegó el momento de enfrentar la realidad y decirse a sí misma: “lo mío con el fútbol hasta aquí llegó”.

Por eso inició su adaptación a las nuevas condiciones físicas por medio de terapia en gimnasio, mientras les enseña su amado deporte a niños que apenas inician su sueño; no obstante, la vida deportiva de Yady no quedó ahí, al decidir cambiar el balón por la bicicleta.

Quiero seguir con el ciclismo y llegar a ser grande, la verdad me motiva mucho. Eso es como para gente de otra galaxia y yo quiero ser de otra galaxia también”.

Sus allegados destacan que cuando ella necesitaba apoyo, Yady fue el respaldo para los que estaban a su alrededor; ella, por su parte, disminuyó el calificativo de “valiente” y lo dejó en “luchadora”, a la que pese a faltarle su pierna, “no se ha dejado caer todavía”.