Milagrosa recuperación de joven promesa del BMX que volvió a caminar luego estar en coma

La vida de Daniel Coccaro cambió radicalmente hace diez meses, cuando un accidente afectó su movilidad. La pasión de este joven campeón de BMX siempre fue la bicicleta, y aunque los médicos pronosticaron que no volvería a caminar, su templanza ha hecho que el tratamiento empiece a rendir frutos.

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El 25 de febrero de 2024, una caída de Daniel Cocaro durante una competencia de BMX lo dejó en coma. Inexplicablemente, tan solo 18 segundos después de comenzar la contienda deportiva, la bicicleta se partió.

La caída le produjo una delicada lesión en la cabeza, lo que no solo lo dejó hospitalizado semanas, sino que también lo postró en una cama.

Esta familia Coccaro tenía en la mente que Daniel sería un futuro medallista olímpico, imitando los pasos de Mariana Pajón y Carlos Ramírez, por lo cual quedaron devastados tras el accidente. Pese a las adversidades, comenzaron a recoger fondos para poder costear el tratamiento del bicicrocista.

¿Qué pasó con la vida de Daniel Cocaro, promesa del BMX?

En junio, Noticias Caracol dio a conocer la historia del deportista de 21 años. Tras la difusión de la historia, Biomedial Group puso a disposición todo su equipo médico para comenzar el tratamiento gratuito del joven.

Carlos Canencio, CEO de Biomedical Group, explicó que las lesiones se produjeron en la parte del cerebro donde está la zona cognoscitiva. “Volvimos a reconectar sus neuronas y lo más importante, volver otra vez a lo que él era, a ser una estrella“, acotó.

Un grupo de especialistas empezó a trabajar en la recuperación. Aunque algunos le habían dicho que sería imposible volver a mover su cuerpo, casi como un milagro, no solo pudo conseguir este logro, sino también caminar, saltar y hasta bailar bachata.

Detrás de este resultado no solo está la tenacidad del aguerrido deportista, sino también los médicos y su familia, quienes pusieron alma, vida y corazón para que Daniel recuperara su calidad de vida. El compromiso fue tanto que su padre decidió renunciar a su trabajo para ayudarlo a recorrer este camino.

En el parque de la esquina de su barrio, donde por primera vez aprendió a montar bicicleta, este campeón de la vida vuelve a escribir su historia. No parece querer parar, por lo cual lento, pero seguro, mantiene el equilibrio en su “caballito de hierro”.

Cada pedalazo muestra su ferviente deseo de volver a las pistas en las cuales una vez fue ovacionado. “Estoy muy feliz, desde los 8 años monto cicla”, expresó efusivo Daniel.

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