El Izoard, juez de Urán y los demás retadores de Froome

El pelotón se lanzará desde Briançon para afrontar la etapa más peligrosa, con la llegada en alto más dura, tras recorrer 179,5 kilómetros.

Sus 14,1 kilómetros con una pendiente media del 7,3 % pero con un explosivo final por encima del 11 %, serán la última oportunidad de los escaladores de abrir hueco con los especialistas en la contrarreloj: el colombiano Rigoberto Urán, a 27 segundos; el francés Romain Bardet, también a 27 y el italiano Fabio Aru, a 53 segundos.

Ellos deberán descolgar a Froome si quieren vencerlo. El que llegue con él, o por atrás, puede considerarse no solo fuera de la disputa por el título, sino del podio final de París.

Será la primera vez que el Tour instale su meta en este legendario puerto alpino, donde los organizadores ha decidido doblar los puntos del premio de la montaña.

Antes, habrán ascendido la cota de las Demoiselles Coiffés, de tercera categoría, y, sobre todo, el Col de Vars, de primera, cuya cima se sitúa a 50 kilómetros de la meta.

Un trazado para dejarlo todo

El trazado de la etapa dibuja una vuelta casi completa por los departamentos de Altos Alpes y Alpes de Alta Provenza y rodea el lago de Serre-Ponçon antes de remontar el valle del río Ubaye.

La cima de Vars, puerto calificado de primera categoría (9,3 km a 7,5%), espera a 50 kilómetros de la llegada. Después está Guillester y el valle del Guil -río tempestuoso que desciende del Queyras-, antesala del Izoard, un ‘fuera de categoría’ de 14,1 kilómetros al 7,3% de desnivel y rodeado de mística.