Inter sacó a River de Libertadores en serie de 20 penales; Borja ni siquiera entró a cobrar

El juego parecía favorecer a los dirigidos por Martín Demichelis, no solo por el marcador global, sino porque el local se mostraba demasiado ansioso y precipitado, sabiendo que requería al menos un gol para no quedar eliminado.

Ese apremio quedó plasmado durante el primer tiempo, cuando los jugadores de Inter se vieron más preocupados por reclamarle cualquier jugada al árbitro que por mantener la concentración y buscar el gol.

Sin embargo, para la segunda mitad el técnico argentino Eduardo Coudet pareció fijarse en el tema y los locales salieron mucho más decididos a jugar y su empeño dio frutos a los 70 minutos. El defensa Gabriel Mercado, justamente exjugador de River, puso el 1-0.

River pareció desmoralizado con esa anotación y 10 minutos después, a 10 del final, sufrió el segundo gol por medio de Alan Patrick.

Todo parecía decidido, pues los argentinos buscaban el arco contrario sin suerte, mientras Demichelis se ganaba críticas de los comentaristas del juego por mantener en el banco a Miguel Ángel Borja y al venezolano Salomón Rondón en un momento de tanto apremio.

Pero esa obstinación al final le dio frutos, pues en la última jugada de los 90 minutos apareció Robert Rojas para poner el 2-1 que empataba de nuevo el marcador global y forzaba la definición por tiros penales.

Allí vino la polémica pues, pese a que los seis primeros cobradores de cada equipo anotaron, el de Pablo Solari fue anulado por doble toque al patear. Inter tenía servida la clasificación, pero Inter falló el suyo y volvieron a quedar igualados.

Por si fuera poco, el árbitro decidió cambiar de arco cuando iban para el décimo cobro por equipo, pues el punto penal estaba en pésimas condiciones y había propiciado el fallo de Solari. Allí, Rojas, el mismo jugador que mandó el partido a penales erró el suyo, y el arquero uruguayo Sergio Rochet marcó el de la clasificación brasileña a cuartos de final.