El fútbol, como parte de la identidad nacional, es un negocio privado

El columnista de El Tiempo cuestionó en su columna El otro lado: el juego sucio de Caracol la estrategia de los dos medios propietarios de los derechos de transmisión del deporte nacional, el fútbol, de impedir que sus competidores puedan tener acceso libre e informar a sus audiencias.

Según Rincón, el fútbol es parte de nuestra identidad porque implica emociones, rompe barreras sociales y de edad y es un símbolo de nuestra nacinalidad en todo el mundo.

Sin embargo, Rincón dice que “la Selección Colombia es propiedad de Caracol TV y el futbolito nuestro, de Win”.

El analista de medios asegura que mientras que en otros países, incluidas potencias en el fútbol como Argentina, España o Alemania, los partidos de la selección se emiten en la señal pública, los de Colombia solo los puede pasar el canal Caracol.

En nuestra patria privatizada, Caracol TV decide no vender “sus derechos” a Caracol Radio para poder ganar en ‘rating’ de TV y de radio con Blu”.

afirma Rincón.

En cuanto al fútbol profesional, Rincón cuestiona que el canal que posee los derechos, Win Sports, se dedique a bloquear a todos los usuarios que compartan los goles de sus quipos favoritos a través de las redes sociales.

Lo perverso es que cuando no se puede competir por calidad, se calla al otro por dinero. Billete mata competencia, qué malos empresarios. (…) Malas estas prácticas que atentan contra la libertad de competencia (que tanto defienden) y la libertad de expresión (que tanto dicen ejercer).

Y cuestiona, que ni profesionales de los medios, ni académicos, ni el Gobierno ni los propios oyentes o televidentes digan nada sobre esta situación.

Lo paradójico es que una sociedad que se ufana de la libertad de competencia, la libertad de expresión y la colombianidad sea tan complaciente con estas prácticas de silenciamiento masivo.

Y agrega:

Los ejemplos de Caracol TV y Win atacan la competencia, la diversidad de voces y la pluralidad de opiniones, silencian a periodistas críticos con contratos y se adueñan de una identidad nacional que es de todos los colombianos”.