La depresión producida por los problemas altera el procesamiento de los alimentos grasosos, por lo que se produce una acumulación de grasa en el organismo. Además, en ese estado el cuerpo genera una hormona llamada grelina, que es la encargada de aumentar el apetito o producir sensación de saciedad.

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Durante la investigación analizaron a 43 parejas que tenían un óptimo estado de salud, con edades que oscilaban entre los 24 y 61 años, las cuales fueron sometidas a consumir alimentos con altos niveles de calorías y grasas.

Dos horas después, hicieron que empezaran a hablar de temas que los hacían sentirse incómodos en su relación, de tal forma que ocasionara una pelea. Las personas que terminaron sulfuradas eliminaron menos calorías que aquellos que supieron llevar la discusión en buenos términos.

Esos resultados indicaron para los científicos que sí se produce una alteración en el organismo. Además, concluyeron que los problemas de pareja aumentan la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, por la acumulación de azúcares y grasas en la sangre.