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En redes sociales, sobre todo en TikTok, es común ver a padres de familia haciéndole bromas a sus hijos: les explotan huevos en la frente y esperan una reacción. Casi siempre, los niños y niñas (las víctimas) se enojan, lloran o se quedan quietos. A otros, más pequeños, de meses, que apenas están comenzando a gatear, los sientan frente a elementos que se mueven para asustarlos. Lo que pocos se imaginan es que estas bromas virales, que sacan más de una carcajada entre los usuarios y suman millones de reproducciones, tienen graves consecuencias en la salud mental de los menores.
“Este tipo de actos es una absoluta falta de respeto por parte de los padres”, dijo Ana Cristina Jiménez, psicóloga clínica con más de 30 años de experiencia. “Lo que hacen es poner a los hijos como objeto de burla, exponerlos a risas ajenas en situaciones que son íntimas”, agregó.
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Si estos momentos se dan por casualidad en la intimidad de la familia, pueden llegar a ser chistosos, dijo Jiménez, pero a la vez se presenta un desequilibrio que se pone por debajo al menor, porque es una sola de las dos partes la que se ríe. En este caso, quien hizo la broma. Cuando son provocadas, controladas por los papás, con la intención de causar risas, es una forma de “abuso y falta de poner límites”, dijo la experta. “Es una manera muy explícita de burla, es chistoso para el que lo hace, no para el que lo recibe”. Por otro lado, le llueven comentarios negativos a Yailin por el regalo de Navidad que le dio a su hija.
Al hacer el ejercicio de escribir en el buscador de TikTok las palabras cracked egg (romper huevos, en español), la red social muestra esta dura realidad. Hay decenas de publicaciones en las que se ven niños y niñas, de edades entre los cuatro y siete años, humillados frente a la cámara.
De acuerdo con la psicóloga, uno de los primeros efectos que pueden llegar a sentir los menores es desconfianza frente a sus padres o el adulto que tiene este tipo de comportamientos. A esto se suma que les afecta la seguridad y les genera temor, miedo e incertidumbre, porque los adultos para los menores son personas que por lo general se convierten en figuras de estabilidad y coherencia. “Si el adulto tiene un comportamiento en donde solo se está riendo uno de los dos, eso lo que pone en evidencia es un bullying incipiente que a los niños desconcierta y les genera malestar. No entienden esa incoherencia de que les hagan algo que les incomoda, pero que a los adultos les genera risa”.
La psicóloga Joanne Broder, experta en relaciones saludables con la tecnología y presencia en las redes sociales, le dijo al diario El País de España que los padres hacen estas bromas con un objetivo muy claro: llamar la atención y obtener likes, comentarios y validación. Y agregó: “No solo están abusando física y emocionalmente de sus hijos mediante la vergüenza, el ridículo y la humillación, sino que hacerlo públicamente es alardear ante el mundo entero de ello”.
“¿De qué nos reímos? ¿De la ingenuidad de los menores que se convierte en burla?”, se preguntó Jiménez, quien además explicó que si a estos casos se les hace una revisión progresiva, a futuro “nos podremos encontrar con adolescentes inseguros y con unos padres que no le ven nada de malo a esa relación desigual en la que sus hijos quedan en una posición de indefensión”. A propósito, hermana de Yéferson Cossio podría estar embarazada.
Juan Gabriel Vásquez, psicólogo clínico, dijo que entre menos edad tiene un niño, más depende de su cuidador principal, quien debe tener tres condiciones: predecible, disponible y empático.
“Estas bromas son asimétricas porque los menores confían en su cuidador, es una traición a la confianza en algún punto y con una persona que es muy vulnerable”, dijo Vásquez. También explicó que en estos casos se disminuye la posibilidad de sentirse seguros ante la presencia de estos cuidadores.
Uno de los videos que más se ha hecho viral es el del famoso cactus que asusta a los bebés. Pasan de la tranquilidad al asombro y luego al llanto. Frente a este caso, Vásquez dijo: “Por evolución, los niños se arriesgan a tomar peligros en su gateo y exploraciones gracias a la confianza que les da su cuidador, pero si se encuentran con este tipo de actos se pierde la capacidad para confiar en los otros y en sí mismo. No es una confianza dada por la palabra, es una de estar ahí, dejan de confiar en que el otro estará ahí para acudir cuando están mal”. Por otra parte, burlas a hombre con novia de trapo en Bogotá; dicen que la pueden confundir con Año Viejo.
Más adelante se podría también generar un resentimiento por parte de los hijos hacia sus padres, debido a que comprenderá estas situaciones en las que se aprovecharon de su inocencia para convertirla en un video. Que fueron motivo de burlas.
Si de forma sistemática el cuidador mengua la confianza del ser humano que tiene a su cargo, se pueden presentar otro tipo de problemas como que crezcan con la lógica de no denunciar actos de acoso escolar o laboral, porque sienten que la otra persona no los va a proteger.
“Es necesario que los padres reflexionen y se den cuenta que esto no es humor, esto es bullying, los están cogiendo indefensos y hacen de eso motivo de burlas, ahí no hay risas, lo que hay es abuso por lo desigual”, concluyó la psicóloga Jiménez.
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