Que todos los meses sean los meses del Orgullo LGBTIQ+. Y para que esta columna NO cayera en el montón de artículos, columnas, homenajes etc. del mes de junio, escribo estas palabras el primer día de julio, con mi mayor reconocimiento a esta comunidad.
Hace unos meses cayó en mis manos esta magnífica obra de ficción de un autor chileno, desconocido para muchos, pero valioso para todos.
Entre 2021 y 2022, Planeta, a través del sello Seix Barral, publicó por primera vez en Colombia los libros Loco Afán, Tengo Miedo Torero, Háblame de amores e Incontables del chileno Pedro Lemebel. Hoy en día también es posible conseguir en el mismo sello Serenata Cafiola, La esquina es mi corazón y Adiós mariquita linda.
El título del libro es un homenaje a Sarita Montiel, quien interpretó la canción “Tengo miedo, torero” en 1968 en la película española Tuset Street. La canción es interpretada también por Lola Flores y otras importantes artistas españolas.
“Tengo miedo, torero” es una novela escrita por el reconocido autor chileno Pedro Lemebel. Publicada en 2001, la obra se ha convertido en un clásico de la literatura latinoamericana contemporánea. A través de una narrativa poética y llena de emotividad, Lemebel nos sumerge en la historia de amor entre la Loca del Frente, un travesti en decadencia que en su infancia fue abandonado por su padre y que vive en una especie de bodega, inicialmente desapegada de todo pensamiento político y Carlos, un joven guerrillero anarquista estudiante universitario que pertenece al Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Carlos le pide a la Loca que le guarde documentos y libros, y posteriormente armas y se hace inevitable, para ella, despertar e involucrarse en la lucha política, inclusive perdiendo a su mejor clienta por cuenta de las creencias que va adquiriendo.
La trama se desarrolla en los años ochenta, en plena dictadura militar en Chile. En ese contexto represivo, la Loca del Frente y Carlos encuentran refugio y amor en la clandestinidad. Sus encuentros se llevan a cabo en una casa abandonada, donde encuentran un espacio de libertad y resistencia ante un régimen opresivo. A medida que su relación se desarrolla, ambos personajes se enfrentan a la inminencia de la tragedia y a la amenaza constante de la violencia política.
El contexto histórico corresponde a la preparación del atentado contra Pinochet del 7 de septiembre de 1986, por obra del comunista Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
La historia se presenta en boca de dos tipos de narrador, protagonista y omnisciente parte contando la historia de La “Loca del frente” en visión protagonista; en algunos fragmentos del relato se cuenta la historia de Augusto Pinochet junto a su esposa en modo omnisciente.
A lo largo de la novela, Lemebel nos ofrece una reflexión profunda sobre la condición sexual de sus personajes. La identidad y la sexualidad de la Loca del Frente se convierten en una metáfora de la marginalidad y la lucha por la aceptación en una sociedad conservadora y represiva. A través de su voz valiente y sin tapujos, Lemebel aborda temas como la discriminación, la represión sexual y la búsqueda de la libertad en un entorno hostil. El despertar en la consciencia política, sim importar la edad ni la orientación sexual, es un camino que avistamos a lo largo de la narración y que nos hace pensar en la importancia del cambio a medida que nuestra vida transcurre afectada por diversas circunstancias. Observamos el importante rol de una emisora de radio que aún existe: la Radio Cooperativa que sirvió para dar una voz a la oposición.
Vale la pena destacar los datos biográficos del autor, ya que su vida y experiencia personal están estrechamente ligadas a su obra literaria. Pedro Lemebel nació en Santiago, Chile, en 1952, falleció en la misma ciudad en 2015, y se convirtió en una figura destacada de la literatura y el activismo LGBTIQ+. Desde sus primeros escritos, Lemebel abordó abiertamente su homosexualidad y se posicionó como un referente para la comunidad LGBTIQ+ en Chile.
Lemebel también fue conocido por su trabajo como cronista y performer. A través de sus crónicas, denunció la injusticia y la discriminación, convirtiéndose en una voz incisiva en la escena cultural y política de Chile. Su estilo literario se caracteriza por su lenguaje poético, el uso de metáforas y su capacidad para abordar temáticas sociales desde una perspectiva íntima y personal.
“Tengo miedo, torero” destaca por su prosa lírica y su habilidad para retratar la realidad social y política de la época. Lemebel utiliza un lenguaje crudo y directo para describir la violencia y la represión, contrastándolo con la belleza y la ternura presentes en la relación entre los personajes principales.
Culturalmente, el libro representa un importante aporte a la literatura latinoamericana al visibilizar las voces y las realidades de la comunidad LGBTIQ+ en un contexto político y social adverso. Además, a través de la figura de la Loca del Frente, Lemebel cuestiona los estereotipos de género y desafía las normas establecidas, generando una reflexión profunda sobre la identidad y la diversidad. Incluso, a pesar de ser un personaje secundario, la presencia de Lucía Pinochet nos hace evidente el papel de “adorno” de la mujer en la sociedad de la época, y el pánico que siente su esposo Augusto, como figura patriarcal, de poder, de referencia entre la comunidad masculina, de aceptar la homosexualidad.
Como dice la gran escritora colombiana Andrea Salgado, “uno podría decir que el ritmo de Lemebel no es otra cosa que la verdad, no la de los hechos, sino la del sentimiento. Su ritmo deja que el lector sienta con su propio cuerpo lo que el autor lleva por dentro.”
No se pierdan la película del mismo nombre (Chile, 2020, disponible en Amazon Prime Video), basada en el libro, obviamente, dirigida por Rodrigo Sepúlveda y protagonizada por Alfredo Castro, Leonardo Ortizgris, Sergio Hernández, Julieta Zylberberg y Anpar Noguera, con la espléndida música de Diego el Cigala y Eva Ayllón.
Joyas literarias rescatadas. Que ojalá haya muchas más.
*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.
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