Así se refiere al hecho de poder terminar la guerra que completa 52 años.

“Pasar la página  que ha dejado más de 250.000 muertos, más de 50.000 desaparecidos, cerca de 8 millones de víctimas y una estela de odio y venganza, es la noticia más importante que se ha vivido en las últimas décadas”, agrega, destacando que aunque persistirán otras formas de violencia, desaparecerá el mayor generador de violencia política contra el Estado y la sociedad.

Sin mencionar al detalle los acuerdos alcanzados con las Farc en las negociaciones de La Habana, Semana pasa revista a los que, a su juicio, son los 3 aspectos más importantes: los cambios para modernizar el campo, los desafíos de la justicia transicional y el efecto de la participación del grupo guerrillero en la política.

Sobre el campo dice que se podrán ejecutar planes de desarrollo impensables en la mitad del conflicto, y cerrar la brecha entre la Colombia rural y la urbana.

Sobre el tribunal de paz, hace observaciones sobre cómo operará, su representatividad y credibilidad, y asegura que será una oportunidad para enviarle un mensaje a las cuestionadas altas cortes y justicia ordinaria.

Sobre la participación en política, dice que, seguramente, sacudirá el ajedrez, y surgirán nuevos liderazgos y expresiones.

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