Su argumento –según El Espectador- es que la cantidad de agua que vierte a la red de alcantarillado es menor a la que consume del acueducto, pues se va en los productos que embotella.

De esta forma, la multinacional cuestiona una regulación según la cual un usuario debe pagar un metro cúbico de alcantarillado por cada metro cúbico de agua consumida.

Aunque el argumento de Coca Cola suena coherente, así no lo han visto ni la empresa de Acueducto de Bogotá, ni otras instancias a la que ha acudido.

El proceso ha llegado tan lejos que el Acueducto ya le embargó las cuentas bancarias a la embotelladora por facturas que suman 44.519 millones de pesos.

Seguramente, parte de la economía que pretende la embotelladora por cobro de alcantarillado se le va a ir en gastos legales, pues el caso ya está en manos del exministro Juan Carlos Esguerra, en representación de Coca Cola, y de Alfonso Gómez Méndez, otro exministro, en representación del Acueducto.

El Espectador hace un recuento de acciones de una y otra parte, pero no se tomado una decisión de fondo, pues no hay un claro ganador.

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