La senadora del Centro Democrático decidió hacer público el caso a través de una columna que escribió en el diario El Nuevo Siglo, en donde dice que se atreve a denunciar por petición de la víctima y debido a “los recientes escándalos de abuso de poder y violencia contra las mujeres”.

“En las circunstancias de su vida, como una mujer joven, divorciada, que enfrentaba un mundo donde los espacios para las mujeres eran restringidos, buscó la ayuda del Procurador General de la Nación. No sé de cual se trata, pues me dice, que es un hombre poderoso y siente miedo de enfrentarlo”, escribe valencia.

La senadora cuenta que su madre acudió a ese personaje para pedirle ayuda “en la defensa de sus derechos”, y que el funcionario al verla “se mostró receptivo y amable”.

Y agrega:

“Avanzada la conversación la invitó a pasar a un salón contiguo al de su oficina. Había, me dijo, ‘un sofá amplio, como una cama. Un bar con whisky y hielo. Luz tenue’. Le ofreció un trago. Ella lo rechazó. Le dijo que la ayudaría. Le puso la mano sobre la pierna y trato de acariciarla. Mi mamá recuerda que en un marco alcanzó a ver la foto de una pequeña bebé, la del Procurador. Ella se puso de pie. Asustada y perpleja dijo que ya no necesitaba que el Procurador la defendiera. Se fue. Por supuesto, ni el Procurador la defendió, ni nadie la defendió del Procurador”.

Valencia asegura que entre los detalles que le entregó su madre hay uno que la dejó asombrada:

“Me cuenta que luego oyó muchas cosas sobre ese procurador. Se hablaba de una cama donde cursaron todos los ascensos de la entidad, los servicios que prestaba la entidad. Sí, ¡una cama! Ya sé por mi mamá que la cama existió, faltan las mujeres que cuenten lo qué pasó”.

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La senadora dice que espera que su mamá se atreva a “enfrentar la gravedad de estos hechos, dando el nombre del agresor”, para que así no haya especulaciones como en otros casos.

Esta versión de Valencia se conoce en medio de la controversia que desató la revelación que hizo la periodista Claudia Morales, que en una columna de El Espectador contó que fue violada en su habitación de hotel por uno de sus antiguos jefes, al que se refiere como “Él”.

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