“Con tal de que se vaya, que le vaya bien, señor Ordóñez”

Así inicia la columna —a manera de carta— de Julio César Londoño en el Espectador, en la que agradece con ironía que Alejandro Ordóñez “no interponga otro recurso dilatorio, el número 37 del proceso” ante una sentencia que “no tenía apelación ni segundas instancias”.

“Reunía usted lo mejor de la extrema derecha: la elocuencia nasal y decimonónica de Fernando Londoño, la sobria ecuanimidad de Álvaro Uribe, la discreción de María Fernanda Cabal, la habilidad para los negocios de José Félix Lafaurie, la pausada retórica de Paloma Valencia y el prontuario de todos los buenos muchachos del expresidente”, continúa diciendo Londoño al (ex)procurador, de quien concluye: “El dogma le royó el cerebro”.

“para apoyar a un equipo somos una nación, pero para acabar con el conflicto nos agarramos como perros”

Así lo escribe Adolfo Zableh en su columna del diario El Tiempo, donde reflexiona que en la enardecida discusión entre el ‘Sí’ y el ‘No’ por el plebiscito “hemos demostrado inmadurez e intolerancia”. Señalamos al otro de “bruto y ciego” si su respuesta es contraria a la nuestra y “no debatimos con altura, no oímos a los demás para saber qué tienen que decir sino para tomar la palabra y contradecirlos”.

Para el columnista es seguro que va a ganar el sí, y el camino de integrar a la guerrilla al sistema y obligarlos a ser oficinistas, pagar impuestos, salud, pensión y demás, constituye la verdadera derrota: “Ellos aún no lo saben, pero el sistema puede doblegar el alma humana más que el monte”.

La clave de hoy en la Vuelta a España es no dejar lo mejor para el final

Juan Mora considera que la etapa “en principio reúne todas las condiciones para que resulte imprevisible”.

Los equipos de Nairo Quintana (Movistar) y Christopher Froome (Sky) jugarán un papel fundamental en el desenlace de la prueba; además, Alberto Contador, sin nada que perder, está llamado a ser protagonista, según el columnista de As:

Ahora todos están más cerca del líder, pero los kilómetros finales van a disputarse en su terreno. Como esto es sabido, la batalla tendrá que desencadenarse antes. Ahí va a estar la clave”.

Que los menores de edad dejen las Farc es lo más fácil

Difícil es lo que viene después, plantea El Heraldo en su editorial, teniendo en cuenta que muchos de ellos llegaron a las armas “por situaciones de violencia familiar, abandono y orfandad; carencia de educación y empleo, e identificación con modelos guerreros”, detalles que no harán nada fácil su reintegración a la sociedad.

A propósito del recibimiento que tendrá desde hoy un grupo de menores por parte de Unicef y la Cruz Roja Internacional, el diario barranquillero enfatiza que “la labor del Estado es ofrecer garantías” y “será crucial que los niños que fueron secuestrados por la violencia puedan encontrar opciones para su desarrollo como individuos lejos de las armas”.

Creer que si gana el ‘No’ en el plebiscito las partes van a negociar un acuerdo mejor es una falacia

Para Adriana La Rotta, ese espejismo en el que insisten creer muchos partidarios del no, tiene que ver con “la idea de que este acuerdo está lleno de imperfecciones y cabos sueltos y es mejor esperar a que se negocie el próximo acuerdo para poder darle nuestro irrevocable Sí”, pero lo único cierto, es que otro acuerdo futuro, no existe, escribe para El Tiempo. Lo que existe es el acuerdo actual y la guerra que no se ha terminado.

La Rotta admite que implementar el acuerdo no va a ser fácil, pero señala que caer en otra clase de espejismos que se desprenden del anterior, como por ejemplo, creer que es mejor votar por el No, porque van a seguir existiendo el Eln y las bacrim y creer en un inexistente “escenario por allá en el futuro en el que todos los grupos al margen de la ley deciden dejar de existir al mismo tiempo”.

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