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El 12 de octubre de 2023, marcó el cierre de un capítulo oscuro en la historia de Colombia, con la noticia del fallecimiento de Luis Alfredo Garavito, conocido por el mundo como ‘La Bestia’ o el ‘Monstruo de Génova’.
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Durante los escalofriantes años que abarcaron de 1992 a 1999, este siniestro individuo perpetró una serie de crímenes que incluyeron asesinatos, torturas y abusos a menores de edad, con un espeluznante saldo de alrededor de 200 víctimas en Colombia, Ecuador y Venezuela.
Garavito comenzó su retorcida carrera delictiva a la temprana edad de 15 años, cuando intentó abusar de un niño menor que él. Pero su primer asesinato documentado se remonta a 1992, y su captura se produjo en 1999.
A partir de ese momento, Garavito permaneció en prisión hasta el día de su muerte en 2023.
Mientras se encontraba tras las rejas, Garavito confesó su serie de horrores, proporcionando información vital para ubicar los cuerpos de sus víctimas y desvelando sus más oscuros pensamientos. Sin embargo, hubo una confesión particularmente inquietante que dejó atónitos a todos.
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El macabro plan final de Luis Alfredo Garavito
En una entrevista con Mauricio Aranguren, autor del libro ‘El fracaso de la Fiscalía: 192 niños asesinados’, Garavito reveló un escalofriante plan que había estado fraguando antes de su arresto, un macabro giro en su carrera criminal que habría marcado su cruel despedida.
Lo más espeluznante de la confesión de Garavito fue su intención de dejar de matar niños, argumentando que eran presas fáciles, y se propuso que sus próximas víctimas fueran adultos. No obstante, lo que hizo aún más aterrador su relato fue su deseo de que esta masacre fuese llevada a cabo a la vista de todos, un acto público de exhibición ante los medios de comunicación.
Anhelaba ganar notoriedad y ser reconocido como el mayor asesino de niños en Colombia, así como uno de los más infames en el mundo. Su plan también incluía ser perseguido por la sociedad y las autoridades hasta ser finalmente ajusticiado.
La perversidad de Garavito, que aterrorizó a Colombia durante décadas, se mostró con todo su horror en esta confesión, arrojando luz sobre la mente retorcida de uno de los más viles criminales en la historia del país.
Su muerte ciertamente puso fin a sus crímenes, pero su legado de horror perdurará en la memoria de todos aquellos que conocieron su historia.
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