“Luego de su charla con los uniformados los seis niños quedaron bajo custodia del ICBF y el jovencito de 17 años fue remitido a una fundación, a la espera de que algún familiar fuera por él, cosa que no ocurrió”, dijo Semana.

Esta revelación se suma a otras que han salido a la luz después de las denuncias periodísticas y de las operaciones de las autoridades en ese tétrico sector del centro de Bogotá, contra el microtráfico, el secuestro y el tráfico sexual.

Ya antes se había denunciado que en las pesquisas se halló un cuaderno en que se llevaba la contabilidad del bar Millonarios, que tenía escrito, por ejemplo, que ese establecimiento ganaba al día entre 1’700.000 pesos y 2’500.000 pesos, por la venta de droga y las rumbas clandestinas con menores en el Bronx.

A esa rumbas, también se supo, iban jóvenes estudiantes atraídas por los ‘niños lindos’ de allá, de acuerdo con el relato de una menor de 12 años que frecuentaba las fiestas en el Bronx, en una de las cuales estuvo 13 días seguidos.

La menor también contó que en esas fiestas también había “bastantes viciosos”, y que sus padres intentaron buscarla, pero los ‘sayayines’ (guardia de la mafia conformada por expolicías y exparamilitares) no los dejaron entrar porque no consumían droga.

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