Las autoridades encontraron el tronco del cuerpo de la víctima, identificada como Teresa Bautista, en una caja de cartón en la habitación del confeso homicida. El hallazgo ocurrió en la tarde del sábado, luego de que el esposo de la mujer reportara su desaparición, contó una fuente judicial a Pulzo.

Luengas, según la investigación, habría apuñalado a su madrastra en varias oportunidades. Luego de desmembrar el cuerpo, ocultó algunas partes dentro de la vivienda, ubicada en Usme.

Sin embargo, los miembros inferiores (piernas) de la Bautista fueron hallados en la tarde del domingo, en el botadero Doña Juana, sur de la ciudad.

El esposo de la mujer asesinada laboraba en las noches y madrugadas, tiempo que habría aprovechado su hijo para cometer el macabro crimen.

El hombre al regresar en la mañana (sábado) a la casa le preguntó a su hijo por su esposa, pero este negó haberla visto. Entonces, en la tarde acudió a un CAI de la Policía para buscarla. En esa vivienda eran constante los problemas intrafamiliares, y eran protagonizados por el capturado que maltrataba a la mujer y a su padre”, señaló una fuente policial.

Por esta razón, la Policía llegó al sitio y empezó a revisar las habitaciones, donde encontraron manchas de sangre. La actitud nerviosa y algunos rasguños en el rostro de William Luengas, despertaron sospechas en las autoridades.

Finalmente, cuando se hallaron las partes del cadáver el joven se entregó y dijo: “sí yo la maté y qué”. De inmediato fue capturado y permanece en la URI Tunjuelito, sur de la ciudad.

Pulzo conoció que Luengas no labora y, al parecer, consume estupefacientes. En varias oportunidades amenazó a su padre y madrastra de muerte. A ella la sacaba de la vivienda y la obligaba a dormir en la calle.

Aunque la policía tenía varios registros por las discusiones intrafamiliares, nunca se interpuso una denuncia formal.

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