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Este lunes, el alto comisionado para la paz, Otty Patiño, hizo una dura declaración en contra de las acciones armadas que las últimas horas han realizado grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional y las disidencias de las Farc, entendidas como Estado Mayor Central (EMC), con quienes el Gobierno no solo adelanta negociaciones de paz, sino que tiene dos ceses al fuego bilaterales vigentes.
“Reiteramos que el cese al fuego no es un permiso para la comisión de delitos y menos aún contra la población. La fuerza pública tiene el deber de actuar de manera, eficaz y pronta para prevenir y neutralizar este tipo de hechos”, dijo Patiño.
El comisionado se refirió a hechos cometidos por ambos grupos, como la declaración de paro armado por el Frente de Guerra Occidental del Eln en Chocó, que calificó como una “deslealtad” con los acuerdos celebrados en el reciente ciclo de conversaciones en La Habana que terminó hace una semana.
(Lea después: Defensoría del Pueblo rechazó paro armado del Eln en Chocó y recordó el cese al fuego)
Este paro armado, que fue anunciado a través de un comunicado y enviado a los habitantes de esa zona a través de mensajes de WhatsApp, entró en vigor desde las 12 de la noche del sábado pasado en la subregión del San Juan, particularmente en los municipios de Istmina, Litoral del San Juan, Medio San Juan, Sipí y Nóvita y confinaría a más de 27.000 personas.
En el caso del Estado Mayor Central, el grupo ha hecho acciones violentas en Cauca, Valle del Cauca y Nariño. Patiño se refirió al ataque armado de hace unos días a un vehículo de transporte escolar que dejó dos heridos. De acuerdo con el comisionado, ese acto “constituye un hecho claramente repudiable que viola los más elementales principios que rigen el Derecho Internacional Humanitario”.
Y agregó que otros actos como empadronamientos y extorsiones que han sido perpetrados en Jamundí por esa disidencia “laceran la confianza en el proceso mismo de construcción de paz”.
En el caso de Nariño, el EMC también ha sido señalado como el causante de desplazamientos masivos. “Eso es una grave amenaza contra los derechos y libertades de la población y se convierte en un peligroso obstáculo al Pacto Territorial por la Vida y la Paz que el Gobernador Luis Alfonso Escobar, con pleno apoyo del presidente, está desarrollando en este departamento”, dijo Patiño.
El alto comisionado también defendió la apuesta del Gobierno de territorializar la paz, pero dijo que las negociaciones y acuerdos con grupos armados “debe evitar que los territorios sean copados por otros grupos” y que se recicle la violencia en el país. Además, dijo que “la esencia de los ceses al fuego radica en la protección de los derechos y libertades de las personas”.
Las peticiones a las delegaciones de Eln y disidencias de Farc en los diálogos de paz
En efecto, el Gobierno logró extender el cese al fuego con el Eln el pasado 5 de febrero por seis meses, tras una dura negociación de las partes en el sexto ciclo de diálogos. Por esa razón sorprendió que uno de los frentes de guerra de esa guerrilla decretara el viernes pasado el paro armado, que para algunos responde a la guerra territorial que tiene ese grupo con las AGC en Chocó.
Con la disidencia del Estado Mayor Central, el alto al fuego también se prorrogó el pasado 16 de enero, también por seis meses, al término del tercer ciclo de negociaciones. Estos dos diálogos son los más avanzados en la apuesta de paz total del presidente Petro.
Patiño pidió a las delegaciones de Gobierno en las mesas con el Eln y con el EMC que “avancen con rapidez y firmeza en la territorialización de la paz”. Y a los jefes de las delegaciones de los grupos armados los exhortó a que “sus frentes se comprometan con la transformación de los territorios agobiados por las inequidades y por las violencias”.
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