Por: Testigo Directo

Programa de investigación periodística emitido en treinta y cinco canales de televisión en el mundo. Con su slogan: historias diferentes, Testigo Directo se convierte en uno de los magazines periodísticos independientes de reconocimiento en la televisión estadounidense y colombiana, como entre los cibernautas.

Este artículo fue curado por Laura Murillo   Oct 3, 2023 - 5:16 pm
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La inseguridad se ha convertido en uno de los problemas más grandes, actualmente cada vez se conocen nuevas bandas y nuevas organizaciones delictivas al estilo de lo que hacía el cartel de Medellín, al mando de Pablo Escobar hace unos años, estas estructuras cada vez toman más fuerza y reclutan e instrumentalizan a menores de edad para que estos sean los que atenten contra los ciudadanos.

Nuestro periodista de Testigo Directo habló con dos jóvenes quienes fueron reclutados a estas fuertes bandas para cometer actos violentos y criminales, estos niños hacían toda clase de delitos con tal de pertenecer a la organización delincuencial y ganar un poco de dinero. Kevin y Tito son dos adolescentes que desde muy temprana edad han hecho de las suyas; ellos cuentan cómo entraron en este oscuro mundo, también revelan las razones que los motivan a seguir en ese oficio, como la falta de oportunidades, el abandono familiar y la búsqueda de reconocimiento.

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“Primero lo hacía por el dinero, si sabe, ya después me empezó a gustar, ya como un vicio” estas son las palabras de Tito, uno de los cientos de niños involucrados en el mundo de la delincuencia. Estas bandas se convierten en la escuela de estos menores de edad y cada vez aprenden más las mañas y cometen estos crímenes a sangre fría. Este niño comenzó desde los 10 años y se fue de la casa por el vicio, su trabajo es quitarle la vida a las personas por menos de 50 dólares; su pistola es su mejor amiga y es el único “juguete” que tiene y que le gusta usar. 

Tito tiene 15 años, pertenece a otra banda y empezó como un jíbaro, guardaba la mercancía, luego le dieron la confianza de cuidar y proteger las armas hasta llegar a utilizarla, este joven confiesa “ ya después empecé con el primero y me empezó a gustar y ya, eso es como un vicio”. Además, revela que ya ha perdido la cuenta de las personas que ha dado de baja, cree que son entre 20 a 30 ciudadanos, además ya habla con autoridad del tema y hasta tiene sus propias tarifas, si es cualquier persona puede cobrar 200 mil pesos colombianos, pero depende de la persona que le encarguen lo máximo que ha cobrado son 5 millones de pesos. 

Ariel Ávila, Senador de la República, explica que entre más joven se es, menos es la conciencia del riesgo que se tiene, entonces es más fácil que se acepten operaciones que no son fáciles de hacer, segundo que es mucho más barato el costo y tercero la judicialización es mucho más baja en Colombia.

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