En 1993 se creó la Escuela para padres de la institución educativa Luis Granada Mejía de Barragán, en el municipio de Pijao. Fue un espacio que surgió con la intención de construir ambientes diferenciales al interior de la institución para fortalecer las relaciones familiares. Este proyecto, debido a la participación de los padres de familia y a la dinámica de sus actividades mensuales, se reconoce como un caso de éxito y ejemplo para otras instituciones.

La Escuela de padres en un primer momento fue una iniciativa de Amparo Hurtado Osorio, la rectora en aquel entonces, quien impulsó este espacio en compañía de Diego Berrío Durán y Carlos Julio Ciro Espinosa, quien era el coordinador —en la actualidad es el rector—.

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En un primer momento, se empezó a realizar entre semana, pero como hubo poca asistencia, decidieron que fuera el primer domingo de cada mes, así lograron una mejor acogida. 

A las actividades programadas asisten en promedio 240 de 260 padres de familia adscritos a la institución. Al año se llevan a cabo entre 8 y 9 actividades, las cuales desde el comienzo del año escolar son informadas a los padres a quienes invitan y entregan la programación y cronogramas. Blanca Ruby Grisales Rodríguez es la orientadora escolar, desde hace 8 años programa y dinamiza la jornada que se ofrece.

Sobre las actividades, Grisales Rodríguez explicó que coordinan talleres creativos, exposiciones, obras de teatro, cineforos, conferencias y talleres simultáneos en pequeños grupos sobre temas de interés para los padres.

“Nosotros utilizamos varias metodologías o estrategias. La primera metodología es que nos reunimos en el polideportivo y allí hacemos una clase magistral. La segunda es por salones, en 12 salones nos dividimos para recibir talleres. La tercera es en el polideportivo, allí se dividen los participantes en grupos para hacer diversas actividades”.

El objetivo de estos espacios es que los padres se encuentren con otros, se conozcan y se generen redes de apoyo. Además, pretenden propiciar y generar estrategias y técnicas para la formación de los padres, lo que se traduce en una crianza integral para los hijos.

Importancia de las escuelas para padres

Es fundamental crear una cultura en la que los padres de familia hagan parte activa de los procesos institucionales y de la vida escolar para de esta manera construir familias sanas, ciudadanía y sociedad. La ley 2025 del 23 de julio de 2020, establece lineamientos para la implementación de las escuelas para padres, madres y cuidadores en las instituciones educativas de educación preescolar, básica y media del país.

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El objeto de esta ley es: “fomentar la participación de los padres y madres de familia y cuidadores, de los niños, niñas y adolescentes en su formación integral: académica, social, de valores y principios de los estudiantes de preescolar, básica y media”.

Además, plantea que las instituciones educativas, atendiendo a su entorno y realidades particulares, propenderán por estimular la participación de los padres y madres de familia y cuidadores, con el objeto de fortalecer sus capacidades, para la formación integral y para detectar, informar y prevenir situaciones que atenten contra la salud física y mental de los niños, niñas y adolescentes.

La orientadora de la institución también explicó la importancia de estos espacios. “La educación es como un matrimonio de 3: estudiantes, maestros y padres de familia. A estos los conocemos como comunidad educativa, si uno de los 3 falla entonces el proceso educativo falla. Por este motivo, todo lo que se hace en las Escuelas para padres redunda en la casa y en las aulas”. De esta manera los padres descubren y aprenden herramientas para comunicarse con sus hijos, educarlos en el esfuerzo y otros temas que fortalecen a las familias.

“Con este trabajo, en las aulas contamos con estudiantes con menos riesgos de ser víctimas de violencia y con buen comportamiento. Por ese lado lo vemos desde la institución, cuando salió la ley en 2020 nos dimos cuenta de que estábamos en armonía con ella, que estábamos haciendo bien”, agregó.

Del proceso de la Escuela, el rector de la institución resaltó: “Los padres nunca fuimos educados para ser padres. Aprendemos por ensayo y error. Por eso este espacio es necesario, aquí podemos visibilizar las problemáticas de nuestros estudiantes, que de alguna manera se reflejan en el ambiente escolar. Aquí hacemos reflexiones, compartimos experiencias y generamos espacios que nos den luces para ser padres y crear hogares saludables”.

Recomendaciones

En la institución educativa Luis Granada Mejía intentan generar compromisos con los padres de familia desde el comienzo del año, cuando matriculan a sus hijos, ellos son informados sobre el espacio y este es un recurso para comprometerlos con la formación.

“Estos procesos se organizan desde rectoría, cuando los papás vienen les decimos que automáticamente quedan matriculados a la Escuela. Otros aspectos que nos han permitido continuar es que nos hemos encargado de que los padres entiendan la importancia de estos escenarios y generamos una programación variada con profesionales de calidad”, explicó Grisales Rodríguez.

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Del proyecto, la orientadora destacó la constancia. “Los padres han visto eso y por este motivo se han enamorado del espacio. Nosotros incluso durante la pandemia buscamos la forma de estar cerca de los papás. A ellos les gusta, buscan fortalecerlo, son muy dinámicos y siempre tienen la mejor disposición. Eso es bonito. También, muchos egresados tienen hijos, los traen al colegio y vienen a la Escuela. Es un ejercicio de generación en generación”.