Lo grave es que, en el mismo periodo de 2016, la cifra rozaba los 40 casos, destaca El País, de España, en un artículo que le dedica al tema y en el que recoge declaraciones de Jorge Quintero, médico y gerente del hospital, que cuenta que las pacientes llegan sin historia clínica, sin controles, e ingresan por urgencias “cuando ya tienen los dolores de parto o se sienten muy mal”.

Presentarse a buscar atención prácticamente en medio de las contracciones es una parte de la ‘estrategia’ de las desesperadas gestantes que en su país no reciben cuidado, pues “si se trata de una urgencia no miramos de dónde vienen ni quién paga; primero es la vida”, dice al mismo medio la subgerente de ese centro asistencial, Rocío Mendoza. La otra parte es correr la voz: “Una le dice a la otra que así no tenga papeles se les atiende, y creemos que por eso cada vez llegan más venezolanas”, agrega Quintero.

En total, el año pasado, 309 venezolanas “recibieron atención en Cartagena, lo que significó una facturación de casi 50.000 dólares para las finanzas de la clínica que las recibió. Entre enero y febrero de este año, la cifra ya rondaba los 17.000”, agrega el diario español.

En 2016, el Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis) indicó que entre febrero y mayo de ese año se invirtieron unos 89 millones de pesos en la salud de venezolanos que llegaron a Cartagena, reportó El Universal. “La mayoría de pacientes son mujeres en estado de embarazo que se han venido a dar a la luz al Corralito de Piedra”.

Ya desde ese momento el Dadis advirtió que la situación empezaba a impactar el sistema de salud de los cartageneros porque son recursos que no estaban destinados para esos servicios. “La situación se podría agravar, ya que cada día aumenta la llegada de pacientes del vecino país solicitando atención médica en el Distrito”, añadió el diario cartagenero.

“El personero de la capital de Bolívar, Willian Matsón, propone en El País que a los venezolanos que llegan al país se les dé el trato de refugiados para agilizar el servicio médico, y cuenta que en dos meses su oficina atendió a casi cien mujeres embarazadas que pedían ayuda.

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