El fallo condenatorio contra el patrullero Wílmer Alarcón fue anunciado este miércoles en Bogotá, y establece una pena de 37 años y seis meses de cárcel por el asesinato del joven grafitero Diego Felipe Becerra, informa Blu Radio.

Becerra fue asesinado de un disparo por la espalda el 19 de agosto de 2012, en el norte de Bogotá, y más de cuatro años después del juicio la justicia lo halló culpable del crimen.

Por eso, el despacho estableció que Alarcón “le disparó de manera injustificada al artista urbano”, contradiciendo así los alegatos de la defensa que buscaban demostrar que todo ocurrió en medio de legítima defensa, agrega El Espectador.

Para este caso, reseña ese medio, el juez avaló las pruebas de Medicina Legal en las que se demuestra que Becerra nunca portó ni disparó un arma de fuego, como dijo en un primer momento Alarcón, y que la vida del uniformado no estuvo en riesgo, pues el joven no era ningún atracador de buseta como lo pretendían señalar.

Al final, las pruebas mostraron que Becerra solo tenía rastros de pintura en sus manos y que el arma que había en la escena del crimen fue plantada por terceros para desviar la investigación. Por eso, varios policías, entre ellos unos de alto rango, están vinculados a la investigación junto a otros que ya fueron procesados por el crimen del joven.

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