La reprochable situación ocurrió el pasado fin de semana en las playas de Bocagrande, Cartegena, luego de que tres mujeres abordaran a las viajeras ofreciéndoles una ‘pruebita’ de un masaje a cada una.

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Terminada dicha ‘pruebita’, las masajistas cobraron $150.000 por cada masaje. Minutos antes de realizar el pago, cerca de las protagonistas de la historia se instalaron dos hombres, quienes habrían fingido una pelea para que las mujeres se intimidaran y, nerviosas, decidieran pagar lo exigido por las estafadoras.

Una de las mujeres chilenas contó lo sucedido en una emisora de radio:

“Llegaron con una sonrisa, y amables, nos  decían que tenían permiso para trabajar: Sin que nosotros hubiéramos aceptado nos fueron masajeando los pies y otra mujer tomó a mi hija y le hizo un leve masaje en el cuello, pero de repente nos cobraron 450 mil pesos, por un masaje que no duró ni 5 minutos… según ellas, cada masaje valía 150 mil pesos”, citó El Tiempo.