En el inicio de la administración del alcalde Carlos Fernando Galán, los casos de hurtos y atracos han venido en aumento, al punto de que ahora los delincuentes llegan incluso hasta los restaurantes para quitarles las pertenencias a los comensales.
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De hecho, ya no hay zona segura, dado que hasta los lugares más exclusivos de la ciudad son los que peor la han pasado en los últimos días en la capital del país.
Por ejemplo, un joven universitario vivió una noche traumática en la Zona T, un lugar donde se reúnen muchas personas para ir de fiesta o tomarse unos tragos junto a sus amigos.
Según le relató el joven al diario El Tiempo, él estaba de fiesta con unos compañeros, pero en un momento tomó la decisión de salir y dirigirse a un Oxxo que está en las cercanías para comprar algo de beber. Luego regresó, pero antes de volver a entrar al establecimiento se sentó en unas sillas para tomar un poco de aire.
En ese instante, otro hombre se le acercó de forma amistosa y comenzó a hablarle sobre cómo estaba y le ofreció unos tragos, dándole inicio a la terrible experiencia que vivió.
“Se sentó al frente y me empezó a hablar, que qué más, que cómo va la noche. Yo había salido solo y en ese momento había muchísima gente en el parque, entonces no le vi ningún problema en hablar desde la distancia”, dijo el hombre.
Y agregó: “Me dijo que estaba con unos amigos, pero que ellos se encontraban en un casino perdiendo plata. Empezamos a hablar, a tomar, yo estaba tomando ‘pola’ y él me ofreció dos tragos de ron. Yo no le vi problema porque estábamos ahí en el parque con más gente”.
El joven explicó que luego fueron a caminar y en ese instante tomó otro trago, pero ese le supo diferente y ahí ya comenzó a sentirse diferente, por lo que se preocupó y le alcanzó a compartir la ubicación a un compañero.
Sin embargo, pese a ese mensaje de urgencia, el joven perdió el conocimiento y luego fue que lo devolvieron hasta el Oxxo en el que estaba en principio, pero sin varias de sus pertenencias, como el pantalón, zapatillas y demás.
“Tengo la frente súper golpeada, las rodillas golpeadas, los costados de los brazos con raspones. Mi hermano me cuenta que a él lo llamaron en la madrugada a decirle que yo estaba tirado, sin ropa y golpeado, para saber qué hacían. Las personas que me ayudaron le avisaron a la Policía del cuadrante”, añadió.
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Finalmente, explicó que lo llevaron a la Cínica El Country y ahí fue que determinaron que si estaba escopolaminado, por lo que luego de que se recuperó, unos días después, puso la respectiva denuncia.
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