Con el pasar de las horas se conocen más detalles del crimen que sacudió a la capital del país esta semana, luego de que dos sicarios asesinaran a un comerciante en la calle 183 con carrera 8, cuando llevaba a su hijo al colegio en su carro de marca BMW.
El informe de la Policía de Bogotá confirmó que padre e hijo perdieron la vida en el hecho de violencia, identificando al adulto como Carlos Ernesto Gaviria, de 55 años, y al menor de edad como Nicolás.
(Vea también: Aumenta recompensa por sicarios que asesinaron a padre e hijo en el norte de Bogotá)
A raíz de ello, los agentes encargados del caso han indagado sobre los negocios que tenía la víctima en Bogotá, ya que puede ser una pista clave para determinar la posible causa del ataque sicarial.
Así pues, en el marco de la investigación que adelantan las autoridades, se descubrió que Gaviria estaba a la espera de un millonario negocio con megalotes en el norte de Bogotá, el cual también le provocó algunos líos con la justicia.
Según informó El Tiempo, el hombre estaba reclamando una vieja herencia de un cura, que incluye dos megalotes que miden 90.000 metros cuadrados y que están ubicados entre las calles 191 y 193, a un costado de la Autopista Norte.
Según Gaviria, los terrenos le pertenecían puesto que eran parte de los bienes que tenía el sacerdote Abel de Jesús Barahona Castro, desaparecido en 1996, entonces propietario de Cristo Lector Ltda.
El periódico retrata que Gaviria compró el 62% de las acciones de Cristo Lector Ltda y es por ello que afrontaba un pleito con la justicia para reclamar la jugosa renta de esos predios donde actualmente opera el Consorcio Exprés, uno de los contratistas del Sistema de Integrado Transporte Público de Bogotá.
El Tiempo señala que la víctima, confiando en que la justicia fallara a su favor, ya tenía palabreados los megalotes con una inmobiliaria, propiedad de un empresario barranquillero.
No obstante, la pelea por los gigantescos terrenos le provocaron líos con la justicia a Carlos Gaviria, debido a que la Fiscalía le formuló cargos por fraude procesal y falsedad en documento público.
(Lea, además: Divulgan ruta que tomó carro BMW en Bogotá atacado por sicarios; salió desde Unicentro)
Por su parte, el abogado Pablo Salah le contó al periódico que, en un principio, los lotes eran de un prestigioso médico que se desempeñó como diplomático en Inglaterra, pero que después pasaron a manos de Mercedes Calvo, su esposa, quien al quedar viuda terminó otorgándoselos al cura Barahona.
LO ÚLTIMO
.svg)
