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Sin embargo, ese descuento de hasta 300 pesos en el valor del pasaje que hubo en esos dos años, según el Distrito, implicó pérdidas en el sistema de transporte público. Ahora, el reciente incremento de 200 pesos, desde el primero de abril, es un golpe fuerte para el bolsillo de los habitantes de Bogotá y Soacha, donde opera Transmilenio.

El aumento empezó con 100 pesos en el 2001, un año después de la inauguración del sistema masivo (4 diciembre 2000). Desde ese momento y hasta el 2010 el incremento fue de esa misma cifra ($ 100), cuando ya costaba 1.700 pesos el viaje.

En el 2011 y el 2012 cambió la mecánica y subió solo 50 pesos, algo que benefició a los ciudadanos.

Pero dice la empresa de Transmilenio que “entre los años 2011 y 2015 las tarifas presentaron incrementos muy inferiores al aumento del salario mínimo y la inflación”. Esto habría generado el déficit económico en la empresa.

En el 2016 los ciudadanos quedaron nuevamente sorprendidos con el nuevo precio del pasaje que pasó de 1.800 pesos a 2.000 pesos. En 2017, la tarifa queda en 2.200 pesos.

Además, el trayecto en los buses azules subió 300 pesos, ya que se incrementó de 1.700 pesos a 2.000 pesos.

Toda clase de reacciones despertó el reciente anuncio de la Secretaría de Movilidad, especialmente en los usuarios que no están satisfechos con el servicio.

En esto coincide Fernando Rojas, un experto en movilidad y transporte consultado por Caracol Radio:

Veo preocupación porque a lo largo de este Gobierno llevamos dos aumentos, pero no vemos mejoras sustanciales en la calidad del servicio de Transmilenio y del sistema integrado. Al contrario, este aumento lo que puede llevar a hacer es que más gente se baje del bus, terminen comprando un carro o una moto, y se van a necesitar más recursos”.

Por su parte, el secretario de Movilidad Distrital, Juan Pablo Bocarejo, escribió en Twitter que el aumento del déficit económico en la empresa de transporte está relacionado con la administración de Gustavo Petro.

Darío Hidalgo, otro experto, mencionó en la emisora que con este ajuste de tarifa no se alcanza a sanear las deudas del sistema y que “solo cubre parcialmente el déficit”.

Rojas afirmó en la emisora que el alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa debe tomar medidas urgentes para brindar un buen funcionamiento en Transmilenio y en el sistema integrado, para evitar que la gente tome otros transportes públicos, incluso los que no están legalizados.

Uno de los problemas que más afecta al SITP es que sus ingresos no compensan los gastos de operación, lo que implica que los concesionarios tengan deudas activas de más de 3 billones de pesos, de acuerdo con el diario El Tiempo.

 

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