El departamento de Nariño, en el suroccidente de Colombia, atraviesa una grave situación que no se había visto desde hacía varios años, pues los grupos armados que habitan el territorio han acentuado la violencia en las zonas rurales y urbanas de la región del Pacífico durante los últimos meses.
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El panorama preocupa ya que los habitantes de varias veredas del departamento se estarían desplazando hacia los principales cascos urbanos, los cuales, según afirman varios de sus alcaldes, no están dando abasto para garantizar la protección y el asilo de todos.
Y es que, para dar un ejemplo, según datos del alcalde de Tumaco, quien representa el sentir de 12 alcaldes de la región, municipios como Magüí Payán ya han recibido más de 3.200 desplazados, Olaya Herrera 1500 y Mosquera alrededor de 800 personas que tuvieron que huir de la violencia.
Lo anterior ocasionó que un grupo compuesto por 12 mandatarios del Pacífico, en representación de sus municipios, se desplazaran hasta Bogotá para exigirle ayuda al Gobierno, pues, consideran, este aumento en la violencia se debe a la suspensión de los diálogos de paz con los actores armados de la zona.
Y es que el alcalde de Tumaco, Félix Henao, le contó a este medio digital que el aumento de la violencia en el territorio se ha venido presentando desde hace más de tres meses y que, incluso, ya ha puesto en riesgo la vida de varios alcaldes. De hecho, Henao sufrió un atentado el pasado seis de enero en medio de este aumento de la violencia.
“Hemos venido diferentes alcaldes del territorio de la Costa Pacífica para pedirle al Gobierno Nacional que continúe con los diálogos de paz porque en los últimos días hemos vivido una fuerte ola de violencia en el territorio, algo que no se vivía desde hace cinco años”, le contó a Pulzo el alcalde de Tumaco, Félix Henao.
Cuántos grupos armados están presentes en Nariño
Henao también explica que el aumento en el pie de fuerza militar en la zona solo ha desatado más violencia, pues en esta parte de Colombia coexisten alrededor de ocho grupos armados ilegales que no solo delinquen y combaten contra las fuerzas del Estado, sino que también han cobrado la vida de varios inocentes en medio de los combates.
“Estos ataques se están dando contra los grupos criminales, pero también están afectando a la comunidad, porque están quedando en el fuego cruzado de estos enfrentamientos”, explicó Henao.
En estos enfrentamientos entre militares y grupos armados, afirma el alcalde, ya han muerto más de 17 personas, lo que no solo ha causado terror entre los nariñenses, sino también entre los turistas y viajeros que visitan esta zona del país:
“Hoy podemos decir que, gracias a esta ola de terror, la zona hotelera de Tumaco está totalmente desolada y la de los demás municipios también. Las embarcaciones no quieren salir y las lanchas tampoco porque temen a quedar en fuego cruzado con los grupos armados”.
Los mandatarios del Pacífico desconocen las causas por las que se ha suspendido el diálogo en estos territorios, ya que, según ellos, desde que estos iniciaron se había notado una disminución en las cifras de violencia, secuestros y extorsiones de la región.
Por su parte, los alcaldes que llegaron a Bogotá consideran que la mejor alternativa para salir del conflicto es retomar los diálogos de paz con los grupos armados ilegales, pues, según ellos, la mano dura nunca ha funcionado en esta parte del país.
“Yo creo y apuesto al proceso de paz del gobierno, a pesar de que he sido víctima. Creo que la única forma de salir adelante es con la mesa de diálogo y el cese al fuego para que podamos llegar a un final feliz toda la región Pacífica”.
En los próximos días, los mandatarios buscan conseguir una reunión con el ministro de Defensa y el presidente de la República para plantear la posibilidad de que se retomen los diálogos de paz en la región.
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