Pese a las supuestas ‘medidas’ que el abusador tomaba para protegerse y no ser descubierto, su hija se dio cuenta de lo que le hacía a la otra niña y lo comentó con su amiga, la víctima, reporta BBC, y entre ambas decidieron que iban a grabar un video para incriminar al hombre, pero para que ello fuera posible la niña tuvo que dejar actuar a su abusador varias veces.

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Para grabarlo mientras cometía el abuso, las niñas utilizaron un computador portátil de los que el estado uruguayo les da a los alumnos (parecido al del programa ‘Un computador por niño’) y el video sirvió como prueba reina para acusar y mandar a prisión al abusador, un padre de familia de 62 años (la policía no reveló su identidad) sin antecedentes penales ni disciplinarios, reporta la BBC.

La jueza que falló el caso dijo que a los niños hay que creerles para que evitar este tipo de abusos o por lo menos detectarlos más temprano que tarde, cuando a menudo el abuso se vuelve frecuente, e instó a la población a denunciar estos delitos así crean que no existen pruebas.

La jueza dijo que este es un problema cultural, que consiste en no aceptar que el abuso sexual existe. El abusador podría pagar tan solo entre 2 y 6 años de cárcel.