El actor decidió hacerse cargo del niño luego de que su familiar, por alguna razón, no pudo. “Legalmente tengo la custodia de Tomás, soy su representante legal. No soy el papá pero las autoridades saben que yo lo tengo. Mi afán no es quitárselo a nadie ni decir que es mío”, dijo a La Red.

Captura de La Red.

Cuando se enteró de que su hermana estaba embarazada por tercera vez, de Tomás, no tomó bien la noticia, ya que ella siempre regresaba a casa con un nuevo bebé. Sin embargo, ese pequeño terminó siendo su “vida”. “Cada vez que mi hermana aparecía lo hacía con un niño. Entonces nosotros decíamos: ‘¿Otra vez’? Al tercero dijimos: ‘¡Uy, no!’. Yo fui el que salió por la ventana y le dijo: ‘Aquí no entra’. Rechacé a Tomás desde el vientre y Dios te da lecciones en la vida… yo no sabía que ese niño que rechacé iba a ser mi hijo”, afirmó.

Actualmente, Tomás no vive con él, pero por 3 años lo acogió en su apartamento junto con los otros dos hijos de Angie, Michael y Adriana. En esa época se encargó de su manutención y estudios y trató de enseñarles a ser disciplinados. “Era muy estricto porque quería hacer todo muy bien. Además, tenía que trabajar, pagar el agua, la luz, el teléfono, los colegios. Quería que fueran impecables, era muy psicorrígido en su presentación”, relató.

Su hijo adoptivo siempre conoció la identidad de su madre, con la que Soto tiene una buena relación. Según él, ella lo llama para preguntar por Tomás. “Yo le digo que está bien y que cuándo lo quiere ver, y ella no responde porque tiene sus cosas. ¿Quién soy yo para juzgar a las personas?”, señaló.

Al artista le preocupa que algún día su hijo quiera irse a vivir con su madre biológica, pero no descarta la posibilidad. Por el momento, quiere que él aprenda a ser una buena persona.

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