Valencia dijo en La Red que antes de casarse con Navas (abril de 2013), ella nunca había convivido con un hombre porque “le tenía pánico a la convivencia”.

Agregó que el escritor era consciente de ello, así que cuando él le propuso matrimonio también le aseguró que nada iba a cambiar: ella seguiría en su casa y él, en la suya.

Además de eso, había una razón muy fuerte para no compartir el espacio físico y se debía a los dos hijos de Navas.

“Toda mi vida he trabajado con niños, porque tengo una fundación. Siempre veía a los niños a los que de la noche a la mañana les llegaba una señora rarísima a mandar en su casa o les llegaba un señor rarísimo a mandar en su casa, entonces yo entendía perfectamente la posición de los niños”.

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A ella le parecía “grave” y “terrible” llegar a la casa y decirles que ahora ella era “la señora de la casa”. Aclaró que respeta a las personas que deciden convivir de la manera tradicional en estas situaciones, pero que para ella eso no es una “fórmula chévere”

Captura de La Red.

Sobre su relación como tal, aseguró que si bien viven en casas separadas, tienen “todos los elementos de un matrimonio común y corriente”. Añadió que ese modelo es la fórmula para que una pareja perdure.

“Creo que el primer paso para el divorcio es la convivencia”.

Lo que más le gusta de su estilo de vida es que son “esposo y esposa para cosas serias y contundentes”, pero son novios “para la vida normal”.

“Para mí es delicioso, por ejemplo, saber que viene el viernes y que ya casi nos vamos a ver, ¡es muy rico! Entre semana comemos, entonces nos vamos los miércoles o lo jueves a comer, o vamos a cine”.

La actriz también indicó en el programa que todos los fines de semana, a partir de los viernes, se quedan juntos. Por eso, cada lunes le resulta muy difícil alejarse de él.

“Desprenderme de él es muy duro, me hace mucha falta”.