Stanislas Wawrinka, tercero del ranking mundial, se vengó de lo ocurrido el año pasado en las semifinales de Roland Garros y derrotó en la misma ronda y el mismo lugar a su verdugo Andy Murray, en cinco sets, por 6-7 (6/8), 6-3, 5-7, 7-6 (7/3) y 6-1.

Tras una larga y emocionante batalla de 4 horas y 34 minutos, Wawrinka consiguió el tiquete para el duelo por el título de este domingo.

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En el partido de este viernes, el suizo pudo haber resuelto antes si hubiera aprovechado bien las ocasiones de las que se dispuso en las dos mangas que perdió.

En la primera desperdició una bola de set y tuvo en dos ocasiones un ‘break’ de ventaja en el tercer set.

“Tuve demasiadas dudas para ganar el primer y el tercer set, pero sentía que podía retomar el control. Andy siempre te hace jugar una bola de más, te hace jugar mal”, analizó Wawrinka nada más terminar el partido.

“Pero con un ambiente como éste, lo tienes que dar todo. Es increíble poder volver a jugar una final aquí”, dijo a los espectadores de la cancha central de Roland Garros, que le apoyaron mayoritariamente durante el encuentro.

Wawrinka aspira a conquistar su cuarto torneo del Grand Slam, ya que además de ese título en París hace dos años fue campeón del Abierto de Australia en 2014 y del Abierto de Estados Unidos en 2016. Siempre que alcanzó el último partido de un ‘grande’, terminó luego levantando el trofeo.

Por su parte, Rafael Nadal sobrevoló su semifinal ante el joven austríaco Dominic Thiem (6-3, 6-4, 6-0), el único que le había ganado este año sobre tierra. 

No será la primera vez que Nadal y Wawrinka se vean las caras en una final del Grand Slam, ya que jugaron la del Abierto de Australia en 2014, en la que el suizo conquistó el primero de sus tres ‘grandes’, revelándose para el gran público.

Pero esta vez lo tendrá muy complicado contra un Nadal que parece a un nivel estratosférico, similar al de sus mejores años, y al que todos sitúan como gran favorito.

Más allá del recuerdo australiano de 2014, Nadal domina en las confrontaciones directas entre ambos por un claro 15 a 3.

Y los números del español esta edición asustan: ha perdido únicamente 29 ‘games’ en los seis partidos que ha necesitado para llegar a la final, su mejor registro en París.

“Es un sentimiento increíble volver a la final aquí en París, al torneo más importante de mi carrera”, afirmó ‘Rafa’ tras el partido, antes de vaticinar que contra Wawrinka tendrá “una final muy difícil”.

Será la final 22 de Nadal en un Grand Slam y la décima en Roland Garros, donde ha ganado siempre que alcanzó el último partido.